A tan solo ocho meses de soportar una agresiva, desprestigiadora e insultante campaña de la burguesía colombiana y de los corruptos medios de comunicación, finalmente Gustavo Petro entra en una nueva fase de trabajo y del empeño en construir un nuevo país.
Este martes, el neogranadino le pidió la renuncia a todo su gabinete para nombrar ocho nuevos titulares en sus carteras que se unen al gabinete para ayudar a “consolidar el programa de gobierno”, que será “la base de un acuerdo nacional franco y sincero para seguir trabajando al servicio de las comunidades de todo el país… El programa de gobierno estableció una hoja de ruta para llevar a cabo el cambio por el cual votaron millones de colombianos y colombianas”, dijo el mandatario.
Finalmente, Petro cede a la presión de las fuerzas políticas enemigas, y lamenta que “fue rechazado por alguna dirigencia política tradicional y del establecimiento… Vamos a persistir con nuestro programa y nuestra vocación de grandes acuerdos nacionales. Reafirmamos nuestro compromiso de ser siempre fieles al mandato popular recibido”, añadió Petro.
De ñapa, le comunicó al consejo extraordinario de ministros la ruptura de la coalición que mantenía el gobernante Pacto Histórico en el Parlamento bicameral con los partidos Liberal, Conservador, de la U y Alianza Verde; cuyos principales miembros no respaldaron la reforma de salud.
La manzana de la discordia, y el punto de ebullición, es dicha reforma de la salud, una de las grandes propuestas de Petro, boicoteada por los partidos tradicionales para los trámites parlamentarios.
Solo el partido Alianza Verde mantiene el respaldo a Petro y a la propuesta, pues asegura que: “superar la corrupción, disminuir la desigualdad, consolidar la paz, modernizar la economía, avanzar en la reforma rural integral, son tareas inaplazables”.
Recordé que en 1954 Jacobo Árbenz fue derrocado por un golpe de Estado en Guatemala, por la simple pretensión de hacer una modesta reforma agraria. United Fruit fue el principal financista.
En 2009, Manuel Zelaya cometió la osadía de intentar un aumento de sueldo a los trabajadores y los militares, con pasamontañas, lo secuestraron y los sacaron del poder. Hoy es su esposa la primera mandataria de Honduras e intenta hacer acuerdos con China.
La historia política del mundo está llena de golpes de Estado similares, todos promovidos y organizados por el Big Brother, cuando el gobierno no les sirve a sus intereses. Antes fue a sangre y fuego como el caso de Chile. Ahora tienen el eufemístico nombre de revolución de colores. Eso le espera a Petro.