Finalmente se concretó el cierre de la Fundición Ventanas. A pesar de haber invertido alrededor de US$ 200 millones para mejorar su gestión e incorporar tecnología que cumpliera con las cada vez más exigentes normas ambientales, solo logró capturar un insuficiente 95% de sus emisiones, dado que el estándar mundial —probablemente el próximo a aplicar en Chile— es de 98%. Luego del cierre, el polo industrial de esa zona costera reducirá en un 62% sus emisiones de dióxido de azufre, precursor de la lluvia ácida, las que disminuirán aún más en el segundo semestre del año, cuando se produzca el cierre de la central eléctrica Ventanas 2, de AES Gener. Otras fuentes de potenciales emisiones en la zona son las operaciones de recepción y almacenamiento de hidrocarburos, por el escape de gases tóxicos que pueden ocurrir durante la mantención de sus estanques. Ya ha habido eventos puntuales de ese tipo que han provocado alarma en la población circundante.
La Fundición Ventanas, inaugurada en 1964 por Enami, fue traspasada a Codelco hace un tiempo, precisamente por la mayor capacidad financiera de esa compañía para enfrentar las inversiones requeridas para mejorar la eficiencia de sus procesos productivos y cumplir con los estándares ambientales a los que el país aspiraba. Sin embargo, a pesar del esfuerzo de Codelco, ello no fue posible —el monto de las inversiones requeridas lo hacían no factible— y de ahí la decisión de cerrarla. Esto muestra que insistir —como lo hace parte de la propuesta estratégica de desarrollo productivo planteada por el Gobierno— en que la producción de concentrado de cobre deba necesariamente incorporar su fundición y refinación, para así agregar más valor, no solo puede resultar no rentable, sino que, además, ser ambientalmente dañino. La agregación de valor tiene que hacerse solo luego de superar los imprescindibles análisis de rentabilidad, de impacto ambiental, de razonabilidad logística, de capacidad tecnológica y de acceso a mercados para que su incorporación resulte atractiva.
En el caso de la producción de cobre, incluir en ella la fundición y refinación de concentrados debe ser el resultado, en cada caso, de acuciosos estudios hechos con esos criterios. En Ventanas se ha anunciado que, por ahora y luego del cierre de la fundición, el proceso de refinación continuará realizándose. Habrá que monitorear aquello. Lo mismo debe hacerse si, adicionalmente, se quiere avanzar hacia la producción de alambre de cobre, como algunos han sugerido. Todo esto resulta obvio para el sector privado, pero parece no serlo cuando el inversionista es un Estado ideológicamente orientado, con el agravante de que, en ese caso, los recursos involucrados afectan a todos los chilenos.
QOSHE - Cierre de la fundición Ventanas - Columnaaccount_circleinfobrightness_mediumcancel
Finalmente se concretó el cierre de la Fundición Ventanas. A pesar de haber invertido alrededor de US$ 200 millones para mejorar su gestión e incorporar tecnología que cumpliera con las cada vez más exigentes normas ambientales, solo logró capturar un insuficiente 95% de sus emisiones, dado que el estándar mundial —probablemente el próximo a aplicar en Chile— es de 98%. Luego del cierre, el polo industrial de esa zona costera reducirá en un 62% sus emisiones de dióxido de azufre, precursor de la lluvia ácida, las que disminuirán aún más en el segundo semestre del año, cuando se produzca el cierre de la central eléctrica Ventanas 2, de AES Gener. Otras fuentes de potenciales........