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Esta enorme preocupación por el futuro de Bucaramanga, nos obliga a todos, ser vigías “ad honorem”; en la transformación de unas realidades que ya dan pena local y vergüenza nacional. Las promesas individuales, para el nuevo año, que acostumbramos a escribir en secreto y guardar hasta el día del juicio anual; es una dinámica pública que igual se aconseja.

Esos lunares de ‘La Bonita’, que en un año estaremos revisando van desde: la recuperación definitiva del paseo del comercio de los vendedores estacionarios y sus calles vecinas, la implementación de un sistema de transporte masivo moderno, sostenible y amigable con el medio ambiente, la construcción de alguna........

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