El Parque Nacional Tunari no se sostiene únicamente por su condición ecológica o por sus límites administrativos. Se sostiene, sobre todo, porque ha sido convertido en lugar. En la vida cotidiana de Cochabamba, el Tunari funciona como una presencia que ordena la experiencia: aire que se respira cuando baja el frío, horizonte que orienta, promesa de agua, refugio visual frente al ruido urbano. No es un espacio neutro; es un territorio cargado de afecto, hábito y memoria. Yi-Fu Tuan, geógrafo humanista chino-estadounidense, sostiene, que un lugar aparece cuando el espacio se vuelve íntimo, reconocible, vivido, cuando deja de ser solo extensión para volverse........

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