En un momento en que las políticas migratorias se han endurecido, las personas en situación irregular viven con el temor constante de ser detenidas o deportadas. Ese miedo tiene efectos inmediatos: se deja de acudir al médico oportunamente, disminuye la participación en actividades sociales, cae el consumo básico y, en no pocos casos, los niños viven con la incertidumbre de perder a sus padres. Frente a este escenario, la información es crucial. Conocer los derechos que otorga la legislación del país de residencia, saber cómo actuar ante una detención y mantener vínculos comunitarios puede marcar una diferencia sustantiva. Acudir a los consulados, más que una opción, es una........

© El Heraldo de México