“Nuestro gran propósito será cumplir este Plan de Desarrollo, volverlo una realidad, no un discurso que se quede en los anaqueles del Congreso. Esto no es un libro o simplemente una ley ...es el resultado de un gran diálogo nacional y en los territorios”. Estas fueron las palabras del presidente Gustavo Petro en el resguardo indígena El Remanso (Guainía) durante la promulgación del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2022-2026, “Colombia, potencia mundial de la vida”. Su elaboración fue producto de 51 diálogos regionales denominados “vinculantes” en los que participaron 250.000 personas.

A Santander le fue bien en el PND. Luego de una fuerte articulación entre gremios, administraciones locales y particularmente la banca parlamentaria, 26 de las 36 iniciativas que se propusieron fueron incluidas. Sin embargo, desde entonces se ve poca gestión al respecto empezando por la baja transparencia que existe para hacerle seguimiento al PND. Según un comunicado de la RedPro, de los 496 indicadores asociados al Plan solo el 35% tienen información sobre su avance; y para el resto, o no hay información o su ficha técnica está en proceso de aprobación.

En 2023 se registró la ejecución presupuestal más baja en la última década, lo que generó decenas de billones de pesos sin invertir. Paradójicamente, con un nivel de pobreza del 37 %, el año pasado se evidenció un crecimiento económico bastante mediocre de solo el 0,6 % y una caída de la productividad de 1,7 %.

Ante este panorama, se requiere una estrategia de reactivación económica con una perspectiva regional. No obstante, los proyectos no arrancan en Santander y adicionalmente se le quitarían cuantiosos recursos ya asignados. Se evidencian muy bajos o nulos avances de proyectos consignados en el PND, como la terminación de las vías Yuma y Curos-Málaga; la promoción del embalse de Topocoro; la construcción en doble calzada Piedecuesta-Barbosa; la PTAR del Río de Oro; el parque tecnológico de aprovechamiento de residuos y el fortalecimiento de la producción de fertilizantes, entre otros.

Del proyecto más mencionado en el PND, la navegabilidad del Río Magdalena, ni siquiera se han empezado los estudios y diseños. Pero, como si no fuese suficiente, el gobierno nacional le quitaría a Santander más de 1,6 billones en vigencias futuras con la eliminación del proyecto Bucaramanga-Pamplona. Un gran desafío que demanda unión, creatividad y liderazgo en Santander.