El concepto de una humanidad dueña absoluta del destino de los demás seres vivos existentes en el planeta hizo crisis. Su visión utilitarista, disponiendo solo para su beneficio de las demás manifestaciones de la vida, se expresa en la forma como deforestamos para ampliar la frontera agrícola, en la minería, en los monocultivos que modifican la fauna y flora de los ecosistemas, en los modelos agroindustriales, etcétera. Somos el segundo país en biodiversidad, pero no hacemos lo suficiente para conservarla. Si seguimos como vamos, habremos sido cómplices de la destrucción de un paraíso en la misma vía o peor a lo sucedido en la isla Mauricio donde solo queda un 2 % de su bosque autóctono como consecuencia de grandes extensiones de caña de azúcar, del turismo y de la introducción de vegetación no nativa que causó la extinción de más de cien especies de animales y plantas. El científico Stefano Mancuso afirma que: “la lejanía de tierra firme y el inexistente contacto con el hombre permitieron el crecimiento de una fauna y flora sinigual... Mauricio se convirtió en un auténtico laboratorio de evolución paralelo... donde la evolución y la ecología gozó de la libertad para tomar caminos distintos al habitual, hasta llegar a soluciones insólitas y sorprendentes”.

Mancuso nos propone considerar al mundo vegetal de un modo radicalmente nuevo, reconociendo la dignidad de las plantas y sus derechos en concordancia con el derecho inalienable y fundamental, pero aún no logrado, de los seres humanos a la comida. Algo así como cultivar y cuidar, cultivar para proveernos, y cuidar la tierra concediéndole el derecho a las plantas a espacios propios en los cuales puedan evolucionar de modo natural.

El crecimiento permanente obtenido a expensas de la explotación de los recursos del planeta, ya de por sí deficitarios, solo puede conducirnos a la extinción de nuestra y otras especies. Hay quienes piensan que la tecnología dará una respuesta adecuada a tal amenaza lo cual no es más que una quimera fruto de la tiranía de la esperanza. Ya Robert Swan lo dijo: la peor amenaza para el planeta es creer que alguien lo salvará.

QOSHE - Opinion Mancuso, Mauricio y nosotros - Jaime Calderón Herrera
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Opinion Mancuso, Mauricio y nosotros

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14.03.2024

El concepto de una humanidad dueña absoluta del destino de los demás seres vivos existentes en el planeta hizo crisis. Su visión utilitarista, disponiendo solo para su beneficio de las demás manifestaciones de la vida, se expresa en la forma como deforestamos para ampliar la frontera agrícola, en la minería, en los monocultivos que modifican la fauna y flora de los ecosistemas, en los modelos agroindustriales, etcétera. Somos el segundo país en biodiversidad, pero no hacemos lo suficiente para conservarla. Si seguimos como vamos,........

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