En Babilonia, en el siglo VI antes de Cristo, se establecieron por vez primera las satrapías como formas de gobierno autocrático. En los tiempos modernos, especialmente en Latinoamérica, los sátrapas, definidos por la Real Academia de la Lengua como una persona que gobierna despótica y arbitrariamente, que hace ostentación de su poder, comenzaron en Cuba con los hermanos Castro en 1959, seguidos luego de Nicaragua con Ortega en 1985 y de Venezuela con Chávez y Maduro en 1999.

Contra viento y marea, estas tres tiranías ajustan más de 100 años de represión continuada en América Latina y el Caribe, sin cambio político a la vista. Todo lo contrario. El régimen dictatorial marxista de Venezuela arrojó por la borda el Acuerdo de Barbados suscrito con el aval de EE.UU. entre el régimen de Maduro y la oposición venezolana el 23 de octubre de 2023, referente a las garantías electorales y los derechos políticos de sus integrantes.

Al día siguiente, el Departamento del Tesoro suspendió, por seis meses, las sanciones impuestas a la industria de hidrocarburos y gas natural de Venezuela y procedió luego a liberar al empresario y puente del régimen con Irán, Alex Saab. A cambio de la definición de un cronograma electoral en 2024, la habilitación de todos los candidatos a la presidencia de Venezuela y la libertad de los prisioneros políticos venezolanos para finales de noviembre del año pasado.

Maduro le hizo conejo a EE. UU. La ingenuidad negociadora de USA con la dictadura venezolana ha sido mayúscula. Pese a tener las mayores capacidades diplomáticas del planeta, la administración del presidente Joe Biden siguió las erradas recomendaciones de Juan González, director del Consejo de Seguridad Nacional de EE. UU. para el Hemisferio Occidental, el arquitecto de la política de suspensión de las sanciones económicas contra la satrapía venezolana y la liberación irreflexiva de Alex Saab.

González anunció su retiro para pasar más tiempo con su familia, según reporta Bloomberg. La realidad es distinta. A González lo defenestraron por el fracaso en el manejo de las relaciones diplomáticas con la tiranía venezolana, quien se dejó engañar por Maduro. González también cortejó al presidente Gustavo Petro, al considerar, erradamente, que podría servir como puente para construir el diálogo entre la oposición y el chavismo, además de entre EE. UU. y Venezuela.

El senador republicano, Chuck Grassley, criticó duramente a González por aliviar las sanciones a Venezuela en una carta del 3 de noviembre. Grassley señaló que apenas una semana después de que la administración Biden levantara las sanciones, “el Tribunal Superior de Venezuela suspendió el proceso de elecciones primarias de la oposición y ratificó la inhabilitación política de María Corina Machado y otros candidatos”. Y la satrapía ahí.

ANDRÉS ESPINOSA FENWARTH
​Miembro del Consejo Directivo del ICP.
andresespinosa@inver10.co

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La satrapía venezolana

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21.02.2024

En Babilonia, en el siglo VI antes de Cristo, se establecieron por vez primera las satrapías como formas de gobierno autocrático. En los tiempos modernos, especialmente en Latinoamérica, los sátrapas, definidos por la Real Academia de la Lengua como una persona que gobierna despótica y arbitrariamente, que hace ostentación de su poder, comenzaron en Cuba con los hermanos Castro en 1959, seguidos luego de Nicaragua con Ortega en 1985 y de Venezuela con Chávez y Maduro en 1999.

Contra viento y marea, estas tres tiranías ajustan más de 100 años de represión continuada en América Latina y el Caribe, sin cambio político a la vista. Todo lo contrario. El régimen dictatorial marxista de Venezuela arrojó por la borda el Acuerdo de........

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