Es posible medir el desarrollo urbano por la calidad del diseño y la construcción de su infraestructura presente en el espacio y el impacto que produce en el crecimiento económico, la calidad de vida y la generación de empleos en su ejecución.

En Cochabamba, la institucionalidad vinculada con la infraestructura urbana y su calidad está directamente relacionada con la capacidad de los marcos institucionales, que deben garantizar la viabilidad financiera y la regulación efectiva, la planificación, la gestión y la materialización.

Para lograr esta condición, es necesaria la presencia de una gestión institucional robusta que permita el acceso a importantes fuentes de financiamiento y la obtención de créditos que condesciendan la satisfacción de las necesidades de mejoramiento de la estructura urbana. Las múltiples insuficiencias demandan planificar la infraestructura conforme el avance y complejidad de problemas y responder con mejor planificación territorial.

Dada la durabilidad de la infraestructura urbana, su periodo de vida se inicia en el momento de su planificación y diseño, para posteriormente profundizar su etapa de operativización y mantenimiento.

Por lo que su relevancia en el momento de la propuesta debe coincidir con las necesidades prioritarias del desarrollo urbano, tanto por el costo de inversión como por el impacto que puede producir en la funcionalidad, confort, paisaje y morfología, según sea la naturaleza de su implementación. Indudablemente, las externalidades a las que se somete su ejecución, deben minimizar los impactos ambientales.

Asimismo, su planteamiento debe responder satisfactoriamente a las necesidades prioritarias y con visión de largo plazo, coordinado intersectorialmente, consensuando de manera participativa por todos los actores sociales, trabajado holísticamente en temas integrales y amplia aceptación de las decisiones políticas, de manera de garantizar su eficiencia, seguridad y sostenibilidad.

La planificación previa de la infraestructura es determinante para garantizar eficientemente el desarrollo urbano y humano; para conducir una sociedad con calidad integral, que represente una respuesta a las necesidades efectivas y oportunas y que satisfaga el bienestar individual y colectivo de toda comunidad.

CULTURA, ZOOCIUDAD Y TERRITORIO

MARKO QUIROGA BERAZAÍN, Ph.D.

Investigador CEPLAG - UMSS

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