Santi Nolla

Esta Champions ha metido en cuartos a los ocho mejores de Europa. Son bastante indiscutibles. Hay quien echará a faltar a algún italiano. En la temporada pasada llegaron dos a semifinales (Milan e Inter) pero en esta se han quedado a las puertas de cuartos. Esta Copa de Europa es de altura. Y mientras en Madrid Guardiola y Ancelotti se lanzaban flores, en París los ultras del PSG hicieron un comunicado innoble para que el Parque de los Príncipes sea algo más que un territorio hostil para los blaugrana. Al final en la entidad parisina no se sabe a ciencia cierta si es el propio club quien alienta a los ultras a publicar comunicados o los aficionados radicales están fuera de control y los dirigentes no se atreven a rectificar. El escrito ultra es un mal ejemplo para la deportividad.

Guardiola va a volver a ir al asalto del Bernabéu con una ventaja: el City juega el segundo partido en casa. Ese es un punto muy determinante en el enfrentamiento y es el que otorga ventaja a un club sobre el otro. Los ‘citizens’ van a aportar su juego presionante y efectivo frente a un Madrid que tendrá en Bellingham a la diferencia respecto a la eliminatoria del año pasado. Pep destacó ayer el gran papel de Kroos, innegable, pero el Madrid no gana la Champions desde que se fue Casemiro.

Xavi ha tenido tiempo suficiente para preparar el encuentro en París y Luis Enrique ha comentado que el duelo será “de los jugadores más que de los entrenadores” En esta eliminatoria sobrevuela por encima de todo Mbappé. El Barça afrontará a la estrella francesa con un sistema, más que con un jugador, ya que como dijo en su día Luis Fernández el marcaje a Mbappé debe ser colectivo. Los blaugrana deberán medir dónde empieza la presión y dónde se coloca la defensa ante un rival que quiere un marcador convincente para poder aprovechar los espacios en el partido de vuelta en Montjuïc. El encuentro está mucho más abierto de lo que en principio pensaban en París y el lamentable comunicado de los ultras indica que esa sensación de ir sobrados en la eliminatoria no se corresponde a la realidad.