Santi Nolla

Lo del Bernabéu fue de guante blanco. Es difícil de explicar porque al final, en el minuto 91, Bellingham marca un gol que da la victoria al Madrid y sentencia la Liga y lo que ha pasado en medio del inicio a ese tanto queda en el mundo de la polémica, acusando a los barcelonistas de victimistas por sus reiteradas quejas. Pero hubo dos jugadas que marcaron el duelo. Primero el penalti señalado a Lucas Vázquez. Una jugada en la que Cubarsí deja la pierna y el defensa blanco engaña al árbitro y dirige su pie para chocar contra el defensa blaugrana. Hay contacto, sí, pero provocado y el VAR no entra para comentarle al colegiado, que lo ha visto en cámara rápida, sin detalle, lo que realmente ha pasado. Para eso tiene sentido el VAR, en un partido en el que se está jugando la Liga.

La segunda jugada es mucho más clara si se aprecian las imágenes con detalle. El balón entró y claramente, pero no se dio gol. El Madrid es un extraordinario equipo, que siempre compite hasta el final, pero que tiene asociada una cobertura aérea en la Liga española que lo hace más poderoso. Va adaptando el relato pero es lo mismo que ha sufrido el barcelonismo en toda la historia. Es lo clásico: victoria del Madrid, con jugadas claras que perjudican al Barça, que se acaban de denominar polémicas, acusación de victimismo por las quejas y a otra cosa, mariposa. Una cuestión es clara: el Barça no mereció perder en el Bernabéu y la gran mayoría de jugadas dudosas favorecieron al Madrid. Por ejemplo que Modric no viera dos amarillas, en lugar de la única que vio o un penalti a Fermín de Rüdiger que pronto desapareció de la lista de polémicas, aunque fue una obstrucción clara dentro del área sin que el defensa blanco quisiera disputar el balón. Pero es lo clásico. Ya cansa un poco. La Liga debía seguir viva y ya está sentenciada y se podrán reproducir muchos más lances. Otra cuestión es que el propio Barça también mire en lo que acertó y lo que falló. En esta semana trágica, por ejemplo, Cancelo no ha estado a la altura de su gran técnica y capacidad de excelente futbolista y la lesión de De Jong (aplaudido por el Bernabéu en un buen gesto) fue de lo peor del duelo.