Santi Nolla

El debate vale la pena pero dura poco. Hasta que el bombo de Nyon dicte emparejamientos. Pero la posibilidad de que haya un duelo entre Barça y Madrid alimenta polémicas. No es malo. Hay quien piensa que sería peor la temporada que viene, pero unos cuartos de final entre los dos máximos rivales (habría tres partidos ya que se juntarían con el Clásico del 21 de abril en Madrid) sería un gran espectáculo. Hay barcelonistas que apuntan que ni en pintura mientras otros creen que es mejor enfrentarse a los blancos que al City o al PSG.

Al final es uno de los mejores bombos de la historia. El rival en teoría más flojo es el Borussia Dortmund, lo que indica la dificultad de unos cuartos con cinco campeones de Europa. Barça, Madrid, City, Bayern y Borussia han ganado la Champions y los otros tres han llegado a la final al menos en una ocasión (Atlético, PSG y Arsenal). El nivel es muy alto. Y hay mucho morbo. Al final hay mayoría de entrenadores españoles y duelos que pueden ser espectaculares en los banquillos. El de más potencia sería entre Xavi y Guardiola, pero cualquiera de los dos frente a Luis Enrique sería la bomba. Que Mbappé se tuviera que enfrentar al Madrid tampoco sería un enfrentamiento menor o que Ancelotti se volviera a medir con Pep. También habría un duelo espectacular entre el Manchester y el Arsenal de Arteta. Un derbi Madrid-Atlético tampoco sería desdeñable.

Esta Champions será cara, pero ante los más devotos de la Premier, de momento, LaLiga ha logrado meter a tres equipos: es la que tiene mayoría entre los ocho mejores equipos de Europa. En las semifinales del pasado año se metieron dos equipos italianos (Milan e Inter) y este último llegó a la final, pero es que en cuartos había tres del Calcio ya que también se coló el Nápoles. En cambio este año no ha pasado ni uno de la Liga italiana. Cualquier enfrentamiento será tremendo. Por eso, empezar con un Barça-Madrid no estaría mal. Se conocen bien y en cualquier Clásico el resultado final siempre está muy abierto. No sería una mala opción. La próxima Champions será diferente, pero el bombo de Nyon ahora es impresionante.