Lobo Carrasco
1 TANTO, QUE SE LO CREYERON.
El peligro psicológico era no jugar bien y acordarse de Pedri y De Jong, los dos peloteros con más poderío y creatividad respectivamente. Al principio no pero según fueron pasando los minutos, afición y equipo sí vieron que el nivel no era el mostrado en el segundo acto en Mestalla.
La gran virtud de Xavi fue alinear un medio campo con mucha llegada con Sergi Roberto, Gündogan y Fermín. Era cuestión de tener la pelota y, con Balde y Cancelo montados a los costados, ver por dónde llegar a Maximiano sin quedar los tres medios muy descolgados de Araujo y Christensen. El Almería de Garitano, a defender en campo propio y contragolpear vía Baptistao o Ramazoni con Arribas queriendo acompañar.
El partido arrancó y el Barça enseguida fue ‘chocando’ por dentro provocando un estrangulamiento propio del juego ofensivo. En ese embudo cayó una y otra vez, DESESPERANTE, mientras Joao Félix no aparecía y los centros de Raphinha eran la acción a despejar. Sin desequilibrio uno contra uno, a la media hora el Almería dijo: ‘Aquí hay partido; aquí podemos dar el golpe’.
2. ALARMA ROJA EN EL ÁREA.
El conjunto de Xavi quería gobernar el duelo pero el equipo visitante estaba conforme sin sufrir en las zonas calientes de Montes, Chumi y Edgar, los centrales de Garitano ayer. Vimos un mayor domino blaugrana, sí, pero sin control del juego. En cuanto a la pegada, con la pelota en juego ningún aprovechamiento de errores visitantes y sólo a balón parado vimos tambalearse al cuadro almeriense.
Cada saque de esquina fue un tormento para alegría de Sergi Roberto, Araujo y, finalmente, de Raphinha que remachó el 1-0 en línea de gol.
Pero aquí vino lo grave, en vez de liquidar el partido -oportunidad de Lewandowski recogiendo un gran error de Edgar salvado finalmente por Maximiano-, nada. Se reactivó el Almería, remontando líneas, y quedó claro que el polaco ha estado demasiado negado de cara al gol en lo que llevamos de temporada.
Vimos un primer tiempo técnicamente perturbador en modo azulgrana y la consecuencia, no lograban jugar, leer y presionar bien, fue que la mente lo trasladó al rendimiento. Lo aprovechó Baptistao plantándose ante Iñaki y picando la pelota puso el 1-1. Descanso necesario para el Barça porque el Almería acabó con ¡5 jugadores! en área blaugrana. Desorden defensivo propiciado por la zona de Balde y Christensen.
3. SERGI ROBERTO REMATÓ TODO.
Ya escribí que el acierto de Xavi fue alinear a tres medios con mucha llegada. Gündogan falló goles increíbles, Fermín no pudo sorprender en los pasillos pero la gran suerte del equipo ayer fue tener en estado de gracia al capitán azulgrana y meter en el campo, segundo tiempo, a Ferran Torres. Agitó el ataque y no marcó porque Maximiano estuvo fino.
Ayer, con el balón en juego y en los córners Sergi Roberto fue quien creó más peligro. Consiguió el 2-1 gracias a una excelente anticipación de cabeza, centro de Raphinha en un córner, y acabó siendo la figura del partido con su punzante tercer gol para el Barça.
Antes, Edgar empató a dos aprovechando la ausencia de grito (¡mía!) de Iñaki Peña en una falta y chocó Araujo. Afortunadamente, minutos más tarde SALVÓ del drama al conjunto blaugrana en un cabezazo de Baba casi a bocajarro.
Se sufrió mucho porque los de Xavi leyeron mal los ataques y contragolpes sumados a los fallos técnicos en situaciones de gol ‘sí o sí’.
Urge limpiar la mente. No se puede crear tantas ocasiones en el área y desperdiciar tantos remates claros y hasta fáciles.
Sergi Roberto remató todo
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21.12.2023
Lobo Carrasco
1 TANTO, QUE SE LO CREYERON.
El peligro psicológico era no jugar bien y acordarse de Pedri y De Jong, los dos peloteros con más poderío y creatividad respectivamente. Al principio no pero según fueron pasando los minutos, afición y equipo sí vieron que el nivel no era el mostrado en el segundo acto en Mestalla.
La gran virtud de Xavi fue alinear un medio campo con mucha llegada con Sergi Roberto, Gündogan y Fermín. Era cuestión de tener la pelota y, con Balde y Cancelo montados a los costados, ver por dónde llegar a Maximiano sin quedar los tres medios muy descolgados de Araujo y Christensen. El Almería de Garitano, a defender en campo propio y contragolpear vía Baptistao o Ramazoni con Arribas queriendo acompañar.
El partido arrancó y el Barça enseguida fue ‘chocando’ por dentro provocando un estrangulamiento propio del juego........
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