En La resucitada, un cuento de Emilia Pardo Bazán, cuenta la escritora coruñesa cómo una mujer de alta alcurnia, Dorotea de Guevara, vuelve a la vida en medio de la noche oscura en el túmulo de la iglesia donde descansa el cuerpo que va a ser enterrado al día siguiente. Un cuerpo inerte por la catalepsia. El caso es que la mujer vuelve al hogar y a la familia —un marido, dos hijos, varios sirvientes—, dándoles, claro está, un susto de muerte. Y, con el paso de los días, recuperada la normalidad doméstica y familiar, nota ella que se mantiene el horror en el trato de los seres que la rodean. Porque conserva las manos frías, los labios secos, el cutis amarillento y el hálito gélido de la muerte. «De donde tú vuelves no se vuelve», piensa.

Esto me recuerda al otro resucitado, Carles Puigdemont, que, este sí, había sido enterrado y olvidado, con el magnífico principio de «el muerto al hoyo y el vivo al bollo». Puigdemont era un muñeco del museo de cera, como Bigote Arrocet, y ahora que ha resucitado mantiene la tez amarilla y el suspiro rancio y frío del maletero del coche de su marcha fúnebre.

En una voltereta del destino como las de los empresarios del dinero negro, que les toca insistentemente la lotería, se ve en el centro de la pista, como Tony Manero. Pero veremos en pocos días cómo el pasado y futuro presidente del Gobierno, superando su aprensión, su rechazo y su miedo, abrazará a revenido, quizá para que le cuente también qué hay al final del túnel. Y lo sacará a bailar.

QOSHE - Los revenidos - Eduardo Riestra
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Los revenidos

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05.11.2023

En La resucitada, un cuento de Emilia Pardo Bazán, cuenta la escritora coruñesa cómo una mujer de alta alcurnia, Dorotea de Guevara, vuelve a la vida en medio de la noche oscura en el túmulo de la iglesia donde descansa el cuerpo que va a ser enterrado al día siguiente. Un cuerpo inerte por la catalepsia. El caso es que la mujer vuelve al hogar y a la familia —un marido,........

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