Tenemos muchas edades a la vez. Como mínimo tenemos la edad del calendario, la edad fisiológica, la edad que sentimos y la edad social. La edad del calendario es incontestable, matemática. La fisiológica depende de nuestro estado de salud. La edad que sentimos depende de nuestras circunstancias y podemos tener múltiples en un solo día. En 24 horas podemos sentirnos en plena juventud, adultos, mayores, viejos o como niños, sin orden alguno ni necesidad de explicación.

Y la edad social. La edad social es la que se espera de nosotros en un determinado momento de nuestras biografías. Es la que marca el comportamiento e incluso el pensamiento que la gente espera que tengamos. Es como esa imagen en el espejo del ascensor, que, tras dar un paseo sonriente y sintiéndote en plena forma, te transporta de golpe a la edad que marca el calendario. Y te sienta como un jarro de agua fría.

La edad social es una experiencia colectiva que no entiende de sentimientos y a la que no le importa si, a medida que pasan los años, te sientes más joven, más libre de restricciones y con menos interés por el mundo de las apariencias. Es, junto a la salud, la que te niega la posibilidad de hacer lo que quieres en cada momento. Quiere prohibirte que te comportes como un viejo, cuando todavía no te toca, y también como más joven de lo que se supone que eres en un determinado momento.

De entre todas las generaciones que a lo largo de la historia han dejado atrás “la franja de los jóvenes”, probablemente las de hoy en día somos las más afortunadas. Por experiencias vividas, por acumulación de conocimientos, por recuerdo y adaptabilidad a los cambios, por estado de salud, por esperanza de vida… Nunca como ahora, pasada la juventud, había habido un futuro tan lleno de posibilidades y potencialmente tan largo.

Algunos lo encaran con prisa por vivir cosas nuevas y decididos a no perder el tiempo. Otros, con ganas de dejar antiguos mundos atrás y abrirse a nuevos universos. Otros, sintiéndose liberados de obligaciones hacia el entorno y con el convencimiento de que ha llegado el momento de poder encontrarse a sí mismos.

La edad social deberá adaptarse al nuevo panorama, tanto si le gusta como si no.

QOSHE - Edad social - Gemma Ribas Maspoch
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Edad social

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31.01.2024

Tenemos muchas edades a la vez. Como mínimo tenemos la edad del calendario, la edad fisiológica, la edad que sentimos y la edad social. La edad del calendario es incontestable, matemática. La fisiológica depende de nuestro estado de salud. La edad que sentimos depende de nuestras circunstancias y podemos tener múltiples en un solo día. En 24 horas podemos sentirnos en plena juventud, adultos, mayores, viejos o como niños, sin orden alguno ni necesidad de explicación.

Y la edad social. La edad social es la que se espera de nosotros en un........

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