Transcurridos 45 años de la Revolución Islámica de Irán liderada por el ayatolá Ruhollah Al Musavi Jomeini, que condujo a la liberación de todo un país al expulsar al régimen totalitarista de Reza Sha Pahlavi, tras 2.500 años de una monarquía que se había enriquecido sobre el dolor y el sufrimiento de un pueblo que, flotando en mares de riqueza, vivía en la miseria sirviente de EEUU, la corona británica y Francia, continúa siendo un referente en la lucha y resistencia frente a las injerencias del imperialismo y el sionismo para Latinoamérica y el mundo.

Y en esa visión multilateralista, la que fortalece a los pueblos con conciencia y cosmovisión contra el terrorismo hegemónico, es que hoy Irán es un soporte al progreso económico, político y científico de los países de la Patria Grande, demostrando su solidaridad más allá de las posturas multipolares, como su apoyo a Bolivia, con el aporte a la salud, traducido en la existencia de sus dos hospitales, uno en la ciudad de El Alto y el otro en Cochabamba, brindando atención gratuita y de excelencia en sus diferentes campañas; también en la cooperación e inversión en la industria petrolera, así como la exportación de tractores, variando su número entre 700 y 900 unidades.

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Esa solidaria percepción de la lógica de su política exterior vigente: no intervenir, no oprimir, ni ser oprimido, la vemos también en el constante envío de buques tanqueros de gasolina a la República Bolivariana de Venezuela, país doblegado y sancionado por EEUU. Al mismo tiempo vemos su ayuda a países como Cuba, que ya cumplió más de 60 años de bloqueo económico impuesto, a Nicaragua y a todo país que es vetado, bloqueado y sancionado en apoyo a las demandas de libertad e independencia de las naciones oprimidas del orbe, frente a la crueldad de países arrogantes.

Pese a la iranofobia, la guerra mediática que creó EEUU, Israel, Europa para cultivar una política antiiraní; la guerra psicológica, las amenazas militares, el haber cometido una serie de atentados, asesinatos, las sanciones inhumanas, el bloqueo económico no solo a sus empresas estatales, sino también a directivos y personas particulares —claro ejemplo de ello el cobarde asesinato en 2020 del general de la Guardia Revolucionaria de Irán, Qasem Suleimani, y los continuos ataques que se cometen recordando sus cuatro años de su martirio—, la Revolución Islámica de Irán sigue latente, ya que sus enemigos no han podido doblegarla.

La revolución iraní continúa viva en el Eje de la Resistencia, siendo un baluarte ante los ataques bélicos que en este momento lleva a cabo Israel con el apoyo de Estados Unidos y los países europeos, contra la Franja de Gaza y Rafah en Palestina, genocidio avalado por la comunidad internacional y los organismos internacionales como la OTAN, la ONU, la OEA, la UE, etc… que no hacen nada —o no pueden hacer nada— para poner un alto al fuego; pues mientras se escriben estas líneas, un niño pierde la vida cada 15 minutos, si no es por las bombas es por la hambruna existente, o las enfermedades y lesiones, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Los procesos de integración que han llevado a la creación de organizaciones internacionales como la Organización de Cooperación de Shanghai y el BRICS son también el fruto del anhelo de las naciones emergentes de romper su dependencia frente al sistema financiero impuesto por EEUU. Y otra de tales manifestaciones es el proceso de desdolarización y la construcción de un modelo financiero internacional independiente, siendo Irán un pionero en la resistencia y en la cooperación con las naciones latinoamericanas que han sido objeto de sanciones por parte de Washington.

Irán se consolidó como potencia regional por sus avances y logros en ciencia, medicina, educación, obteniendo el cuarto puesto en robótica y en nanotecnología a nivel mundial, o siendo el primer país en nacionalizar su petróleo; asimismo, es una potencia en tecnología y producción de drones, misiles, satélites, cohetes, y se sitúa en el puesto 18º entre las mayores economías del mundo y ocupa el décimo cuarto lugar en función de su poderío militar, Global Firepower (GFP), desempeñando un papel clave de afronte incólume al imperialismo, otorgándole a la comunidad internacional un equilibro de poder frente a las naciones invasoras y opresoras.

(*) Sdenka Saavedra Alfaro es escritora y corresponsal de HispanTV

QOSHE - Irán: 45 años de bloqueo y sanciones - Sdenka Saavedra Alfaro
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Irán: 45 años de bloqueo y sanciones

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23.02.2024

Transcurridos 45 años de la Revolución Islámica de Irán liderada por el ayatolá Ruhollah Al Musavi Jomeini, que condujo a la liberación de todo un país al expulsar al régimen totalitarista de Reza Sha Pahlavi, tras 2.500 años de una monarquía que se había enriquecido sobre el dolor y el sufrimiento de un pueblo que, flotando en mares de riqueza, vivía en la miseria sirviente de EEUU, la corona británica y Francia, continúa siendo un referente en la lucha y resistencia frente a las injerencias del imperialismo y el sionismo para Latinoamérica y el mundo.

Y en esa visión multilateralista, la que fortalece a los pueblos con conciencia y cosmovisión contra el terrorismo hegemónico, es que hoy Irán es un soporte al progreso económico, político y científico de los países de la Patria Grande, demostrando su solidaridad más allá de las posturas multipolares, como su apoyo a Bolivia, con el aporte a la salud, traducido en la existencia de sus dos hospitales, uno en la ciudad de El Alto y el otro en Cochabamba, brindando atención gratuita y de excelencia en sus diferentes campañas; también en la cooperación e inversión en........

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