El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, afronta su última batalla en tribunales de Londres para frenar la petición de extradición que hizo Estados Unidos en su contra y por la cual el del periodista-activista podría pasar el resto de su vida en prisión.

El activista australiano, creador de la exitosa plataforma de difusión de información, enfrenta acusaciones por 17 delitos de espionaje, conspiración y fraude informático, constituidos según la justicia estadounidense por difundir la verdad sobre documentos clasificados por el Departamento de Estado, sobre algunos de los abusos cometidos por ese ejército en contra de los derechos humanos de millones de personas en las guerras de Irak y Afganistán.

Ésta es la última oportunidad que tiene Assange para frenar la extradición que exigen sus perseguidores. El equipo de abogados del activista presentó el último recurso en un juzgado de Londres en contra de la extradición, en el que denuncia que se trata de una motivación política detrás de esta clara persecución en contra de Assange.

El caso de Julian es una muestra del poder de un Gobierno intervencionista que se considera el sherif policiaco del mundo capaz de castigar a quien sea o a quien considere su enemigo, como es ahora el caso de este periodista australiano que ha sufrido durante años el atropello de derechos humanos y la venganza de un Gobierno prepotente y abusivo como el estadounidense, que lo mismo crea culpables o invade territorios y asesina presidentes y se roba los recursos naturales de las naciones, sin que nadie se atreva a detenerlo y mucho menos juzgarlo.

El activista australiano lleva mucho tiempo sufriendo de un encierro forzado desde 2010, cuando permanecía refugiado en la embajada de Ecuador, hasta su detención a la fuerza en 2019 para ser encarcelado en Londres, en donde fue trasladado a una cárcel de alta seguridad por petición de Estados Unidos.

El apoyo internacional a Julian Assange ha sido abrumador sin que tenga efectos positivos para el activista. La injusticia de este caso incluso llevó al Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, a pedirle a su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, la liberación de Julian Assange, a quien considera un preso político. No se puede hablar de libertad, que tanto defienden los estadounidenses, cuando hay un periodista encarcelado por informar al mundo y hacer su trabajo.

Una de las personas más importantes en la defensa del fundador de WikiLeaks es su esposa Stella Assange, abogada especializada en derecho humanitario y con quien tiene dos hijos y ha sido fundamental para que su esposo mantenga la esperanza en medio de esta tortura a la que es sometido y que ha dejado visibles efectos físicos y psicológicos en Julian.

Stella Assange dejó muy claro durante las primeras jornadas del juicio en Londres que este castigo al que ha sido sometido su esposo es un ataque a todos los periodistas en el mundo, es un ataque a la verdad y es un ataque al derecho de la gente a saber y a estar informada.

Este juicio no sólo es importante por la injusticia que ha vivido un solo hombre en contra de todo un Gobierno que lo quiere castigar para amedrentar a otros periodistas que buscan la verdad. Es un juicio en contra de la libertad de expresión, la libertad de prensa y el derecho a la sociedad a estar informada. Es un juicio injusto que busca ocultar la verdad.

QOSHE - Assange enfrenta su última batalla por defender la verdad - Hector Badillo
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Assange enfrenta su última batalla por defender la verdad

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26.02.2024

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, afronta su última batalla en tribunales de Londres para frenar la petición de extradición que hizo Estados Unidos en su contra y por la cual el del periodista-activista podría pasar el resto de su vida en prisión.

El activista australiano, creador de la exitosa plataforma de difusión de información, enfrenta acusaciones por 17 delitos de espionaje, conspiración y fraude informático, constituidos según la justicia estadounidense por difundir la verdad sobre documentos clasificados por el Departamento de Estado, sobre algunos de los abusos cometidos por ese ejército en contra de los derechos humanos de millones de personas en las guerras de Irak y Afganistán.

Ésta es la última oportunidad que tiene Assange para frenar la extradición que exigen sus perseguidores. El equipo de abogados........

© La Razón


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