Mediante un oficio, la presidenta del Perú, Dilma Boluarte, con el respaldo de su Consejo de Ministros, le hizo una petición al Congreso de la República para que autorizara el ingreso de tropas extranjeras al país, y esté se lo concedió con una votación mayoritaria de los partidos de la derecha. La autorización es para permitir que tropas de los Estados Unidos, ingresen y permanezcan en el Perú entre el 1 de junio y el 31 de diciembre de 2023. De manera que el Perú se prepara para una invasión de tropas norteamericanas, que llegaran con el aval del actual gobierno, que accedió al poder en diciembre pasado mediante un Golpe de Estado Blando en el que se destituyó al presidente legítimo Pedro Castillo, por una coalición mayoritaria del Congreso liderada por Keiko Fujimori, la hija del dictador preso Alberto Fujimori y se nombró como su reemplazo a la vicepresidenta Dilma Boluarte.
Millones de trabajadores, indígenas y campesinos, salieron a las calles y carreteras del país, a protestar contra este golpe a la democracia y exigir el regreso de Castillo a la presidencia, pero el nuevo poder ordenó a las Fuerzas Armadas y de Policía, agredir con violencia a los manifestantes y hoy pasan de 50 los muertos y ciento los heridos, todos civiles, en las refriegas contra los manifestantes. Pero el rechazo al golpe de estado se mantiene vigente y la dictadura que allí nació, consideró que era necesario pedir el apoyo de las tropas gringas para aplastar la rebeldía popular. Ya el gobierno de Biden, contrariando la opinión de los gobiernos progresistas de América Latina que han condenado la arbitraria destitución y apresamiento de Pedro Castillo, le dio respaldo a la actual dictadura del Perú, como antes lo habían hechos otros gobernantes gringos, con dictaduras como la Pinochet en Chile y la del propio Alberto Fujimori en el Perú.
Es claro que el interés de los Estados Unidos, no es sólo tener un gobierno obsecuente y servil en el Perú, sino recuperar su debilitada y perdida influencia en Latinoamérica por la proliferación de gobierno progresistas. No podemos olvidar que Perú tiene fronteras con Colombia, Ecuador, donde el presidente Lasso acaba de disolver el Congreso y citar elecciones para evitar un juicio en su contra, Chile, donde se frustró la Asamblea Nacional Constituyente, Bolivia, con bastante inestabilidad política, y Brasil. Las tropas norteamericanas en Perú, son una daga en el corazón de América del Sur, para garantizar el dominio del imperio en esta importante región.