Contagiado por el espíritu lúdico del autor de, entre otras, La vida instrucciones de uso, y de La disparition (en castellano presentada como El secuestro) me he inspirado a la hora de elegir el título al que obviamente he robado la letra e, del mismo modo que lo hace la placa-aniversario que copia la típica de las calles parisinas , en esta recomendación encarecida de un libro al que la aplicación de lo bueno si breve, dos veces bueno, no es el tópico típico sino que en este caso resulta absolutamente justificado, hasta el desborde.

El libro en su pequeñez, 20×12, y su brevedad que no alcanza las setenta páginas, es un inteligente y juguetón acercamiento a Georges Perec, tanto en lo referente a sus obras, a su modo de entender la literatura, como a su vida, a sus filias y sus fobias: «Por qué Georges Perec», publicado por Ediciones La uÑa RoTa. El autor, Kim Nguyen Baraldi (Bruselas, 1985) entrega doscientas treinta siete razones (porque) a favor de reivindicar al escritor y leerlo. No cabe duda de que el belga, no cumple con el estereotipo de insipidez que a tales, a los belgas, se les atribuye en los chistes franceses, apostando por el juego, como queda desvelado desde la misma solapa, y perdóneseme que la transcriba, ya que creo que bien lo merece: «Cada 23 de junio el autor visita una librería y compra un ejemplar de La vida instrucciones de uso de Georges Perec, que deja en manos del librero o la librera con instrucciones muy precisas: regalarlo a una persona que aparezca por su librería poco antes de las ocho de la tarde. Este ritual es un homenaje personal a un escritor, que admira profundamente, y a su monumental libro, el cual sucede integramente en el instante de la muerte de su protagonista, Percival Bartlebooth, el 23 de junio de 1975, justo antes de las ocho de la tarde. Para el autor de este libro, la Bartleboothshour, es una manera de recordar a Georges Perec y de seguir encontrándole lectores». Si en lo anterior se ve la imaginación, el espíritu lúdico y el fervor del escritor hacia su admirado autor, en las páginas del libro se sale en el terreno de lo ocurrente, de los imaginativo, de la gran admiración hacia la persona de Perec y con respecto a sus obras.

A modo de deslumbrantes y desbordantes flashes, Kim Ngnuyen da sobradas pruebas de su lucidez, de su imaginación y de su increíble capacidad de síntesis que le lleva a penetrar en los entresijos personales del escritor, la ausencia de su madre llevada al lager de la muerte, según las averiguaciones de Patrick Modiano en el mismo convoy en el que deportaron a Hélène Berr, la soledad y el vacío que le invadió al chiquillo, sus amistades y ayudas por parte de Raymond Queneau, su cercanía, y participación, con el OuLiPo (Ouvroir de Líttérature Potentielle), su afición por imponerse restricciones en su escritura, siguiendo ciertas regularidades matemáticas, y su atracción por los palíndromos, crucigramas, lipogramas y otros -gramas; su relación con los juegos le llevó a elaborar, con unos amigos, un tratado sobre el juego japonés Go!, y a ordenar siguiendo los movimientos propios del juego del ajedrez su novela inmueble-océano. Asoman los elogios de diferentes figuras de las letras como Ítalo Calvino, sus derivas y originales entregas autobiográficas como su W o recuerdos de la infancia, en donde ofrecía junto a las pinceladas de su infancia una distopía que mucho tenía que ver con el culto a la fuerza y al cuerpo de los rubitos de la peña parda…a lo que se han de añadir sus listas en las que enumeraba los lugares en los que había habitado, en los que había escrito, en los que había dormido, y…su dedicación propia de un entregado flâneur por las calles de la capital del Sena, el cementerio de Père Lachaise o Saint Sulpice como algunos de sus lugares favoritos. O los destinos, que no llegó a vivir pero que imaginó con preciso detalle, de los que buscaban la vida, huyendo de la bestia parda, al otro lado del charco y eran pasados por el filtro de Ellis Island. Y Las cosas, tomando de pulso de los objetos y modas de la época, de los sesenta, sin dejar de lado su afición a las clasificaciones, Pensar / clasificar, 53 días…o su increíble capacidad de convertir cualquier objeto o asunto de apariencia insignificante, cual trapero-Midas, en centro de su interés y su elevación a oro narrativo; aspecto que qué duda cabe se le ha contagiado a Kim Nguyen que enfoca algunos detalles de apariencia banal y hasta insustancial, que quedan elevados al niveles esenciales. Sin olvidar sus elogios a Robert Antelme, a quien dedicó unas sintientes páginas, autor de la imprescindible La especie humana, aseverando que era el más logrado retrato del universo concentracionario, puesto en marcha por el nacionalsocialismo. No queda en el olvido tampoco el aspecto que lucía, su perilla y su pelo rizado…su afición al cine y sus pinitos dirigiendo algún film, su mujer Paulette Petras…y algunas más.

Y los gatos, y los cigarros, y…muchas flechas más, lanzadas, como azarosas tiradas de dados, por Kim Nguyen, que delimitan, comportándose en rizoma, a ese original ser que respondía al nombre de Georges Perec lo que hace que al siempre ocurrente Enrique Vila-Matas, no le falte razón, al decir, refiriéndose a este libro, que estamos ante «un libro perecobligatorio»…

Me permito incluir algunos artículos publicados dedicados al escritor francés:

https://gara.naiz/eus/paperezkoa/el-original-y-la-copia

https://archivo.kaosenlared.net/georges-perec-taller-de-autobiografia-potencial/

carteldelasartesylasletras.wordpresse.com / georges perec en la puerta insular de nueva york

https://archivo.kaosenlared.net/georges-perec-cosas-letras-juego-y-vida/

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237 razon s a favor d G org s P r c

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15.04.2024

Contagiado por el espíritu lúdico del autor de, entre otras, La vida instrucciones de uso, y de La disparition (en castellano presentada como El secuestro) me he inspirado a la hora de elegir el título al que obviamente he robado la letra e, del mismo modo que lo hace la placa-aniversario que copia la típica de las calles parisinas , en esta recomendación encarecida de un libro al que la aplicación de lo bueno si breve, dos veces bueno, no es el tópico típico sino que en este caso resulta absolutamente justificado, hasta el desborde.

El libro en su pequeñez, 20×12, y su brevedad que no alcanza las setenta páginas, es un inteligente y juguetón acercamiento a Georges Perec, tanto en lo referente a sus obras, a su modo de entender la literatura, como a su vida, a sus filias y sus fobias: «Por qué Georges Perec», publicado por Ediciones La uÑa RoTa. El autor, Kim Nguyen Baraldi (Bruselas, 1985) entrega doscientas treinta siete razones (porque) a favor de reivindicar al escritor y leerlo. No cabe duda de que el belga, no cumple con el estereotipo de insipidez que a tales, a los belgas, se les atribuye en los chistes franceses, apostando por el juego, como queda desvelado desde la misma solapa, y perdóneseme que la transcriba, ya que creo que bien lo merece: «Cada 23 de junio el autor visita una librería y compra un ejemplar de La vida instrucciones de uso de Georges Perec, que deja en manos del........

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