Si tuviéramos que decidirnos por cuál es el factor más importante que se le puede pedir a una persona que disponga de él es la disciplina. Puede haber otras virtudes en el ser humano y habrá personas más virtuosas que otras, pero si hubiera que elegir una entre muchas otras que nos pueden ofrecer en un abanico virtual siempre habría que elegir la disciplina, que es la fuerza de voluntad para hacer las cosas que nos imponemos nosotros mismos como una obligación que sabemos que tenemos que llevar a cabo, o que nos han impuesto en nuestras obligaciones laborales.

Se habla, así, de la disciplina como el conjunto de reglas de comportamiento para mantener el orden y la subordinación entre los miembros de un cuerpo o una colectividad en una profesión o en una determinada colectividad, o como el conjunto de reglas o normas cuyo cumplimiento de manera constante conducen a cierto resultado.

Sea como fuere, ser disciplinado es una garantía para la persona para la que trabaja quien dispone de esa virtud, porque sabes que quien es disciplinado no te fallará. Sin embargo, el inteligente, o el que tiene dotes especiales, ese sí que te puede fallar, porque puede basar su capacidad de respuesta en que confía que acabará haciendo lo que le piden, pero sin disciplina y capacidad de sacrificio la persona brillante se hunde en la mediocridad y acaba en el incumplimiento en cuanto menos se lo espere.

Dentro de los factores y los “puntos fuertes” que tiene la persona disciplinada están el horario y el orden, porque ambos configuran elementos de actuación de la persona que brilla por su disciplina, porque, ahora que se habla tanto de los horarios, tiene uno que le permite llegar a todo lo que se espera de él, o él mismo se autoimpone para llegar a donde quiere llegar. Y, además, el orden es pieza básica del disciplinado, porque no se puede rendir sin un orden.

Piénsese, por ejemplo, en las personas que preparan oposiciones. Claro está que hay que disponer de unas dotes mínimas, pero ello no lleva a ningún sitio sin disciplina, ya que es esta la que llevará a conseguir ganar esa plaza a la que se aspira y sin disciplina ello será nada más que perder el tiempo, porque nunca se conseguirá alcanzar el objetivo de sacar la oposición.

Se habla, también, de la disciplina como la introducción de hábitos para alcanzar el éxito y de una metodología funcional que determina que quien la ejerce y toma en consideración tiene más posibilidades seguras de éxito en su trabajo y en su vida que quien no la lleva algo, quedando esta última limitada en la consecución de sus objetivos si pone en marcha otras virtudes, pero dejar al margen la disciplina, el cumplimiento de unos horarios, el orden y una metodología de trabajo ordenada y dirigida a los fines que tiene marcados.

Por eso, se habla, también, de la disciplina como una manera coordinada, ordenada y sistemática de hacer las cosas, de acuerdo a un método o código o alguna consideración del modo correcto de hacer las cosas. Y lo mejor de esta virtud es tratar de transmitir a los que te rodean, a tu entorno familiar, a los compañeros de trabajo, a tus empleados, etc que se trata del valor determinante del éxito o del fracaso, ya que sin ella resulta difícil la consecución de los objetivos, bien del grupo en el que se trabaja, o bien individuales.

La disciplina puede, también tenerse como algo interiorizado, o como una regla de conducta que se transmite y que la persona que la recibe cumple como le ordenan porque "es disciplinada".

Ambas situaciones son positivas, pero, sobre todo, la disciplina como algo que se lleva dentro como una actitud es un factor bien entendido y mirado positivamente en los entornos de trabajo, porque cuantas más personas disciplinadas existan en los mismos más posibilidad de obtener mejores resultados y cuantos menos existan estos llegarán más tarde o no llegarán nunca.

QOSHE - La disciplina - Vicente Magro
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La disciplina

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11.11.2023

Si tuviéramos que decidirnos por cuál es el factor más importante que se le puede pedir a una persona que disponga de él es la disciplina. Puede haber otras virtudes en el ser humano y habrá personas más virtuosas que otras, pero si hubiera que elegir una entre muchas otras que nos pueden ofrecer en un abanico virtual siempre habría que elegir la disciplina, que es la fuerza de voluntad para hacer las cosas que nos imponemos nosotros mismos como una obligación que sabemos que tenemos que llevar a cabo, o que nos han impuesto en nuestras obligaciones laborales.

Se habla, así, de la disciplina como el conjunto de reglas de comportamiento para mantener el orden y la subordinación entre los miembros de un cuerpo o una colectividad en una profesión o en una determinada colectividad, o como el conjunto de reglas o normas cuyo cumplimiento de manera constante conducen a cierto resultado.

Sea como fuere, ser disciplinado es una garantía para la persona para........

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