Mil años después de su nacimiento en Grecia, al tronco común del saber comenzaron a independizársele las distintas ramas. A partir de Galileo y su célebre telescopio, más las aportaciones matemáticas de Descartes, daba inicio el proceso que originaría la Ciencia Moderna, con la Física astronómica como paradigma máximo. Kepler, Leibniz, Pascal, Huygens, Newton y otros colosos harán también aportaciones fundamentales. Arruinados los antiguos modelos, y a medida que la sociedad europea iba conformándose de forma bien distinta a la antigua y medieval anteriores, se impondrán otros más acordes con los avances experimentados, no sin las resistencias lógicas de los poderes más tradicionales. Sin embargo, pese al empuje establecido por el conjunto de razón, experimentos y lenguaje matemático, el ámbito de los simbólico no terminaría de desaparecer ni siquiera en los constructos más innovadores.

Ya en la época contemporánea, tras el terremoto de las tres Críticas de Kant, las fisuras del impresionante edificio no harán sino acrecentarse con descubrimientos cada vez más veloces (máquinas de vapor, electricidad, microscopio, darwinismo, lógicas dialécticas y formales, geometrías no-euclídeas, psicoanálisis, relatividad, física cuántica, análisis lingüístico, descomposición del átomo …), hasta provocar una crisis de fundamentos que no hará sino radicalizarse con la Informática y la Inteligencia Artificial.

Para explicar la génesis, desarrollo e historia de los nuevos saberes, sin omitir el peso de las categorías clásicas, pocos más capacitado que Javier de Lorenzo (Cáceres, 1938). Licenciado en Matemáticas y Filosofía, con tesis doctoral sobre el científico que más admira, H. Poincaré, ha sido catedrático de Instituto (Ramiro de Maeztu) y de Universidad (Valladolid), convirtiéndose en figura destacada de la Filosofía de la Ciencia española, con amplia proyección internacional. Autor de una larga veintena de obras, entre las mismas cabe recordar Introducción al estilo matemático (Tecnos, 1971), Nociones de Lógica (Univ. Valladolid. 1985), La Matemática: de sus fundamentos y crisis (Tecnos, 1998), El método axiomático y sus creencias (Tecnos, 1980), Filosofías de la Matemática fin de siglo xx (Univ. Valladolid, 2000), Poincaré: matemático visionario, politécnico escéptico (Nivola, 2009) y Un mundo de artefactos. Breve historia de la ciencia y de la técnica (Trotta. 2020). De cuantas he leído, siempre admiré la riqueza y rigor de sus conocimientos, así como la claridad expositiva, tan grata para los no iniciados. (El autor posee también una licenciatura en Periodismo y, seguramente, genes literarios, herencia de su padre, un gran novelista).. En 2014 un grupo de matemáticos y filósofos publicó Matemática, Ciencia, Filosofía. Homenaje a Javier de Lorenzo, edición a cargo de Chillón-Calderón (editorial Manuscritos).

Con Hacer científico y pensar filosófico retoma uno de sus temas preferidos: el análisis de las ineludibles relaciones existentes entre “el pensamiento que calcula y el pensamiento que medita” (Heidegger). Al autor no le cuadran ninguno de estos dos tipos: el especialista, en realidad un bárbaro, que se reduce a los alcances de la razón físico-matemática; ni el “hombre a-numérico”, incapaz de ubicarse en un mundo geométrico, de cálculos y algoritmos. El célebre problema de “las dos culturas” (Snow). El ensayo analiza las aportaciones principales que, durante la edad moderna, han ido realizándose desde ambas proyecciones. De los hispanos, nunca numerosos en estos afanes, presta atención especial a Roso de Luna (teósofo), Ortega y Gasset (catedrático de Metafísica), Rodríguez Delgado (neurólogo) y Martínez Mojica (microbiólogo, descubridor del CRISP: Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats).

Mucho interés suscita el análisis comparativo de conceptos utilizados en Filosofía y Ciencia, tales como los de método, causa, ley, explicación, argumentación, criterios de verdad y reproducibilidad, falsabilidad, retrodicción, giro lingüístico, etc. Y no menos, el repaso a la supuesta objetividad de las proposiciones científicas, teniendo en cuenta cuán fácilmente han ido deslizándose en los trabajos de laboratorio elementos simbólicos, deterministas o simbólico-teleológicos, cuando no abiertamente sociológico, ideológicos e incluso crematísticos. Por no aducir el peso de auténticas mafias entre los investigadores, o los “ukases” políticos. (Que en Rusia se prohibiera el estudio de Mendel o se impusiesen las “Matemáticas soviéticas” nos hace hoy sonreír, quizá con olvido de trágicos avatares para quienes se opusieron).

La obra hace el nº 79 de la colección Persona, que dirige Luis Ferreiro. Los libros de esta serie “se financian con las aportaciones voluntarias de los miembros del Instituto Emmanuel Mounier, que hacen posible su elaboración gracias a sus suscripciones y con la colaboración desinteresada y el trabajo gratuito de traducción y edición”.

Javier de Lorenzo, Hacer científico y pensar filosófico. Madrid, Fundación Emmanuel Mounier, 2023.

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FILOSOFÍA Y CIENCIA

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23.12.2023

Mil años después de su nacimiento en Grecia, al tronco común del saber comenzaron a independizársele las distintas ramas. A partir de Galileo y su célebre telescopio, más las aportaciones matemáticas de Descartes, daba inicio el proceso que originaría la Ciencia Moderna, con la Física astronómica como paradigma máximo. Kepler, Leibniz, Pascal, Huygens, Newton y otros colosos harán también aportaciones fundamentales. Arruinados los antiguos modelos, y a medida que la sociedad europea iba conformándose de forma bien distinta a la antigua y medieval anteriores, se impondrán otros más acordes con los avances experimentados, no sin las resistencias lógicas de los poderes más tradicionales. Sin embargo, pese al empuje establecido por el conjunto de razón, experimentos y lenguaje matemático, el ámbito de los simbólico no terminaría de desaparecer ni siquiera en los constructos más innovadores.

Ya en la época contemporánea, tras el terremoto de las tres Críticas de Kant, las fisuras del impresionante edificio no harán sino acrecentarse con descubrimientos cada vez más veloces (máquinas de vapor, electricidad, microscopio, darwinismo, lógicas dialécticas y formales, geometrías no-euclídeas, psicoanálisis, relatividad, física cuántica, análisis lingüístico, descomposición........

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