Transcurrida una larga década desde que empezó —ante la Procuraduría y la Fiscalía de la Nación— el proceso judicial por el caso de estafa más importante, corrupto y vergonzante que haya conocido este país, conocido como “Lava Jato”, comprobamos que la mayor parte de estos expedientes permanecen sin sentencia. Más grave aún, que aquellos casos que presuntamente han concluido lo han hecho —en su inmensa mayoría— mediante fallos favorables a la cleptómana empresa Odebrecht y a sus socios locales, y obviamente contrarios al Estado.
Pero ¿qué calaña de justicia ha procesado a estos estafadores —hablamos de Odebrecht y su socio local, José Alejandro Graña Miró Quesada, por entonces el mayor accionista individual de El Comercio, medio de prensa convertido en infame defensor de Odebrecht— para que la contratista brasileña no haya pagado su responsabilidad respecto a ene billones de dólares robados a ustedes, amables lectores, y, por cierto, sin que ninguno de estos estafadores se encuentre en la........

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