Si algo dejó claro 2023 en la política colombiana, es que ante cada escenario en el cual el gobierno Petro pudo moderarse y generar acercamientos con nuevos sectores, su decisión siempre fue la de radicalizarse y encerrarse. La explicación empieza desde un detalle muy sencillo: el capitán del barco pocas veces se ha caracterizado por ser un dirigente que busque la moderación o los consensos.

La primera prueba de ello es el trámite de la llena de riesgos Reforma a la Salud, de la cual el gobierno estuvo poco dispuesto a negociar elementos con los partidos políticos. En cambio, su determinación fue insistir en mantener el espíritu de la reforma hasta el final, sin importar las numerosas advertencias y críticas de sectores con preocupaciones muy genuinas y basadas en la evidencia.

Una coalición de gobierno en el Congreso que inicialmente parecía tan fuerte tendría que haber tenido resultados notables durante los primeros dos años legislativos. Pero en cambio los resultados de la agenda legislativa del gobierno durante el primer año y medio son muy poco exitosos. Por cuenta de la falta de voluntad de negociación en la Reforma a la Salud, el futuro de la coalición se mantiene verdaderamente en duda. ¿Cómo es posible definirse como un gobierno reformista y permitirse un rendimiento tan flojo con la agenda de reformas en el Congreso?

Gran parte de esta falta de avances la define el decidido tono radical en el cual el gobierno se mantiene. Afortunadamente la elección de autoridades territoriales trajo un balance a la composición política del país. Y en ese sentido, el Gobierno Nacional comete un gran error al no reconocer que esa jornada electoral entregó un balance realmente crítico de la situación actual de la administración del país.

El orden público, la inseguridad y la violencia han sido uno de los mayores talones de Aquiles del actual gobierno. Especialmente golpeada se encuentra nuestra región, donde hace pocos días fue asesinado el alcalde de Guachené y los ataques a la fuerza pública se vieron en un preocupante aumento. Y si bien la retórica del presidente Petro parecía explicar desde el discurso las causas de muchos fenómenos de la guerra en Colombia en años pasados, desde su gestión como presidente se ha quedado bastante insuficiente a la hora de responder a la crisis. La apuesta por la ‘Paz Total’ sigue sin dar resultado alguno, y en cambio, los sacrificios en materia de seguridad por parte del Estado son desoladores.

Si hubiera que definir en un par de líneas lo que fue 2023, diría que fue el año en el que el gobierno tomó cada vez que pudo la decisión de no moderarse y, en cambio, radicalizarse, y a su vez decepcionar a un amplio sector que votó por él en segunda vuelta esperando una dosis de moderación y conciliación. Y también fue el año en el cual en muchas ciudades y departamentos la ciudadanía volvió a optar por opciones distantes de los fanatismos de izquierda y derecha.

Y así tengamos pocas razones para creerlo, espero que 2024 sea un año en el cual en Colombia se vuelva apostar por la moderación en la política, empezando por el gobierno nacional, por encima de los discursos que tanto dividieron al país. Deseo un feliz año nuevo para todos los lectores de esta columna, con la esperanza de que durante el año entrante podamos entre todos seguir aportando a un debate público más respetuoso, diverso y con capacidad de construir una sociedad transformada.

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El año del laberinto

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26.12.2023

Si algo dejó claro 2023 en la política colombiana, es que ante cada escenario en el cual el gobierno Petro pudo moderarse y generar acercamientos con nuevos sectores, su decisión siempre fue la de radicalizarse y encerrarse. La explicación empieza desde un detalle muy sencillo: el capitán del barco pocas veces se ha caracterizado por ser un dirigente que busque la moderación o los consensos.

La primera prueba de ello es el trámite de la llena de riesgos Reforma a la Salud, de la cual el gobierno estuvo poco dispuesto a negociar elementos con los partidos políticos. En cambio, su determinación fue insistir en mantener el espíritu de la reforma hasta el final, sin importar las numerosas advertencias y críticas de sectores con preocupaciones muy genuinas y basadas en la evidencia.

Una coalición de gobierno en el Congreso que inicialmente parecía tan fuerte........

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