¿Te han criticado alguna vez? ¿Cuándo fue la última tertulia inspirada en cuestionar a la gente? ¿Ya es habitual?

Criticar es mucho más fácil que aportar, proponer, ejecutar o resolver. El señalamiento es una forma evidente de revelar las frustraciones y las incapacidades, al poner a los demás en el autorretrato proyectado en un espejo envidioso dónde los rostros se deforman al revelar la imagen del otro. La crítica se ha vuelto rutinaria. Y la solución es una excepción.

La picardía es una forma romántica de estafa en la que el seductor propone el engaño cómo el estilo gracioso de presentar la verdad. Enamora a la audiencia con discursos que jamás serán decisiones provocando beneficios comunes. Se le dice a la gente lo que quiere oír por encima de lo que debe escuchar. Al final quienes acuden a esa estrategia terminan descalificados y siendo el objeto de todas las bromas posibles, aunque prefieran ser los protagonistas de chistes inimaginables.

Hablar mal es la recurrencia de la conversación limitada por el ridículo. Mofarse, sacar un meme y reírse de las tragedias de los demás, es un hábito celebrado por todos sin la conciencia del daño o la afectación emocional que provoca. Generalmente las malas acciones tienden a ser titulares, si se trata de una figura pública y noticias con gran cobertura si sus protagonistas eran hasta ese momento perfectos desconocidos.

La era de la burla se ha constituido en la burla de la era. El sentido del humor ahora se confunde con el insulto. ¿Está mal sonreír frente a la tragedia del otro? La humanidad ha conocido la sátira, la comedia, la ironía, el remedo, la imitación y la farsa, como formas de exhibir la incapacidad de los líderes o los habituales errores de sus gobernantes.

También se solía representar las equivocaciones de los artistas, los deportistas y los famosos, para provocar un momento jocoso. Hoy se ha ido más allá. Se ofende sin restricciones. El respeto parece ser un valor anticuado.

Vivimos el tiempo de la parodia, porque estamos en la parodia del tiempo. El irrespeto es el desprecio tolerado por nuestra civilización. Los abucheos en los estadios, las plazas públicas y las redes sociales, agitan emociones reprimidas liberadas por la sociedad escandalosa.

La crítica es mucho más que señalamiento, narrativa o descripción de la realidad. Es un género literario potenciador de la reflexión y la traducción de grandes ideas en mejores acciones. Antes de acusar deberíamos preguntarnos ¿Qué hubiésemos hecho en su lugar? ¿Aceptaríamos los errores? No olvidemos que los hábitos son como los vicios: Pueden dominar nuestra voluntad.

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Crítica rutinaria | Columna | Columna de Julio César Henríquez

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11.11.2023

¿Te han criticado alguna vez? ¿Cuándo fue la última tertulia inspirada en cuestionar a la gente? ¿Ya es habitual?

Criticar es mucho más fácil que aportar, proponer, ejecutar o resolver. El señalamiento es una forma evidente de revelar las frustraciones y las incapacidades, al poner a los demás en el autorretrato proyectado en un espejo envidioso dónde los rostros se deforman al revelar la imagen del otro. La crítica se ha vuelto rutinaria. Y la solución es una excepción.

La picardía es una forma romántica de estafa en la que el seductor propone el engaño cómo el estilo gracioso de presentar la verdad. Enamora a la audiencia con discursos........

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