Cada 2 de febrero, desde 1997, el calendario de Naciones Unidas incluye la conmemoración de la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional. Esta fue firmada en su inicio por 23 naciones a la orilla del mar Caspio en la ciudad iraní de Ramsar en 1971.

Este tratado internacional para la protección de los humedales entró en vigor el 21 de diciembre de 1975 y fue ratificado por Colombia en octubre de 1998. En la actualidad, la ambientalista Musonda Mumba es la secretaria general de la convención. Esta reconocida científica, nacida en Zambia, tiene una amplia experiencia en el sistema ambiental de Naciones Unidas y en organismos no gubernamentales de medioambiente tanto en África como en Europa. Los retos que afronta como cabeza de la organización internacional más importante para la conservación de los humedales no son pocos. Una amenaza latente a la integridad ecológica y gobernanza de un alto porcentaje de humedales de reconocimiento internacional y los desafíos que impone el calentamiento global, hacen complejo el manejo de estos importantes ecosistemas.

Un estudio publicado en la revista Nature, en febrero de 2023, da cuenta de la extensiva pérdida de humedales interiores durante los últimos tres siglos (1700-2020) en su mayoría por impactos de la agricultura. La pérdida neta a escala global de humedales fue estimada en 21 % con un intervalo de confianza entre el 16 % y el 23 %. Según este estudio, Estados Unidos, Europa, Asia Central, India, China, Japón y el Sureste Asiático son las regiones donde se concentra la mayor área de pérdida de humedales en el mundo, representando un área global de 3,4 millones de kilómetros cuadrados, lo que equivale a tres veces la extensión territorial de Colombia. El estudio también revela que Estados Unidos, China e India contribuyen con el 15,6 %, 12,5 % y 6,35 % a la pérdida global de humedales, respectivamente. Además, Canadá, Brasil, México y Colombia aportan el 2,18 %, 1,41 %, 1,12 % y 0,2 % respectivamente, a la pérdida global de humedales.

En relación con la pérdida de humedales en cada nación, la publicación de Nature destaca que los países con mayor pérdida fueron Corea del Sur con un 90,9 %, seguido por Irlanda con un 90,8 %. De otro lado están China, India, los Estados Unidos y México, con un 50,9 %, 39,3 %, 39,1 % y 27,4 %, respectivamente. Países como Brasil, Colombia y Canadá registran pérdidas de un 6,8 %, 4,8 % y 3,8 %, respectivamente.

En Colombia, los humedales, junto con los páramos, los bosques, los manglares y las zonas secas, entre otros, son considerados ecosistemas estratégicos. Ellos albergan una importante parte de la biodiversidad del país y se caracterizan por mantener procesos complejos que proveen bienestar humano y ecológico. Por lo tanto, son áreas prioritarias para la conservación de especies, comunidades y paisajes. Llama la atención que los humedales Ramsar de Colombia correspondan tan solo a un 3 % del total del área de humedales, como lo señala el informe del Instituto Humboldt denominado Los Sitios Ramsar en Colombia (2021). Esto es un indicador del bajo porcentaje de protección de este ecosistema estratégico en nuestro país.

Otro informe del Humboldt, titulado Estado de conservación y transformación de los humedales de Colombia (2020), señala a la ganadería como el principal motor de impacto de las sabanas inundables de la Orinoquia y de los humedales del país. El informe enfatiza que se debe tener en cuenta los humedales en la planificación territorial para evitar las consecuencias negativas que trae la destrucción de estos en la biodiversidad, la economía y la sociedad.

La conversión de humedales a cultivos, posterior al drenaje, la intervención de humedales con obras civiles, incluyendo la expansión urbana, los cambios del uso del suelo en los planes de ordenamiento territorial y la deforestación, se tienen entre las principales causas que ocasionan la pérdida de los humedales como ecosistemas estratégicos en Colombia.

Muchos de estos impactos prolongados se tornan irreversibles con deplorables consecuencias tanto para su integridad ecológica como su gobernanza por la pérdida de la riqueza biológica y ambiental que proveen estos ecosistemas. Casos como el de la Ciénaga Grande de Santa Marta, la Ciénaga de Zapatosa, la Laguna de Sonso y el Complejo de Humedales Urbanos del Distrito Capital de Bogotá representan ejemplos paradigmáticos de la compleja situación actual de algunos humedales Ramsar del país.

No hay la menor duda de que la protección y restauración de los humedales en Colombia debe ser un asunto de extrema prioridad. La baja representación de los ecosistemas de humedal dentro del sistema nacional de áreas protegidas es otro asunto que amerita un urgente debate. Los humedales Ramsar del país, desde Bogotá hasta las planicies de la región Caribe, están bajo presión y sobre ellos se ciernen enormes desafíos para afianzar su protección. Las comunidades que circundan estos valiosos ecosistemas son las principalmente afectadas y les corresponde, imperativamente, al gobierno nacional, regional y local atender las demandas legítimas de sus ciudadanos.

Hoy, en la celebración del Día Mundial de los Humedales, es la ocasión para que gobierno y sociedad decanten los inaplazables objetivos que se avecinan en esta década con miras a fortalecer la gobernanza ambiental para la conservación de los humedales del país. Es la oportunidad para que las mujeres, los campesinos, las minorías étnicas, los y las ambientalistas, los científicos y los jóvenes preocupados por el deterioro progresivo de los ecosistemas de humedal a lo largo de la geografía nacional puedan participar activamente en el desarrollo de los planes de educación ambiental, conservación, monitoreo e investigación, orientados a la recuperación y conservación de estos valiosos ecosistemas.

El ejemplo de los países que han perdido más del 50 % de sus humedales no puede ser la senda que le espere a Colombia en las próximas décadas. El país debe entender que los pasivos ambientales que deja la pérdida de humedales difícilmente pueden ser cubiertos con recursos públicos y, por lo tanto, resulta más costosa la reparación que la conservación de estos.

La celebración del Día Mundial de los Humedales constituye una jornada de reflexión y entendimiento sobre uno de los ecosistemas más frágiles y amenazados del planeta y del cual depende la vida de muchas especies de aves, mamíferos, anfibios, peces, plantas y demás organismos que hacen de los humedales un complejo sistema conectado a las redes y a los ciclos biogeoquímicos que permiten el sostenimiento de la vida en nuestro planeta.

No hay un propósito más noble que el de preservar la vida y la belleza natural de Colombia y en consecuencia conservar su riqueza y su posicionamiento global como un país extraordinariamente megadiverso.

*Consultor ambiental senior.

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Colombia debe consolidar una gobernanza para la conservación de sus humedales

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02.02.2024

Cada 2 de febrero, desde 1997, el calendario de Naciones Unidas incluye la conmemoración de la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional. Esta fue firmada en su inicio por 23 naciones a la orilla del mar Caspio en la ciudad iraní de Ramsar en 1971.

Este tratado internacional para la protección de los humedales entró en vigor el 21 de diciembre de 1975 y fue ratificado por Colombia en octubre de 1998. En la actualidad, la ambientalista Musonda Mumba es la secretaria general de la convención. Esta reconocida científica, nacida en Zambia, tiene una amplia experiencia en el sistema ambiental de Naciones Unidas y en organismos no gubernamentales de medioambiente tanto en África como en Europa. Los retos que afronta como cabeza de la organización internacional más importante para la conservación de los humedales no son pocos. Una amenaza latente a la integridad ecológica y gobernanza de un alto porcentaje de humedales de reconocimiento internacional y los desafíos que impone el calentamiento global, hacen complejo el manejo de estos importantes ecosistemas.

Un estudio publicado en la revista Nature, en febrero de 2023, da cuenta de la extensiva pérdida de humedales interiores durante los últimos tres siglos (1700-2020) en su mayoría por impactos de la agricultura. La pérdida neta a escala global de humedales fue estimada en 21 % con un intervalo de confianza entre el 16 % y el 23 %. Según este estudio, Estados Unidos, Europa, Asia Central, India, China, Japón y el Sureste Asiático son las regiones donde se concentra la mayor área de pérdida de humedales en el mundo, representando un área global de 3,4 millones de kilómetros cuadrados, lo que equivale a tres veces la........

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