La prueba de que el esperpento político del miércoles pasado ha hecho daño a Sánchez es la larga entrevista y el amplio reportaje dedicados a él y a su entorno en El País (domingo 14-I-2024). Y yo me pregunto: ¿podrá seguir engañando respecto a sus continuas entregas al separatismo catalán y vasco? ¿Cómo es posible que siga habiendo millones de españoles que se tragan la falacia según la cual o nosotros progresistas (con separatistas dentro) o la extrema derecha y la derecha extrema?

Como ha recordado José Antonio Zarzalejos, poco después de aquella bajada de pantalones del miércoles, Félix Bolaños declaró muy enfático: "Hemos ganado". Pero en opinión de la mayoría de quienes lo vimos en la televisión, allí ocurrió exactamente lo contrario, es decir, que el Gobierno había perdido y por eso le urgía transmitir una consigna victoriosa que nadie en su sano juicio le ha comprado. La realidad fue que, el pasado miércoles, el Gobierno entró en barrena, porque el ejercicio de sus funciones más elementales está fuera de su control.

Lo que yo no veo es que Sánchez abandone, y tampoco que deje de ceder ante los separatistas vascos y catalanes que, desde luego, no quieren la independencia (de obtenerla, ¿quién les iba a pagar las pensiones a los jubilados vascos?), pero eso no significa que, por ejemplo, el separatismo catalán y el vasco no consigan hacer desaparecer el Estado en ambas comunidades autónomas. Y es que, como han señalado Josep Martí y Esteban Hernández, "la agenda independentista no es la que parece, es decir, el logro de la segregación por la vía unilateral, sino otra que, sobre la reivindicación soberanista, permita que la Generalitat disponga de competencias y financiación para abordar las renovadas y más generalizadas preocupaciones: la educación, la lengua y la inmigración, además de la recuperación del entramado empresarial perdido.

En efecto, vamos derechitos al hoyo bajo el aplauso de un señor apellidado Conde-Pumpido, para quien la Constitución Española se estira y se encoge al gusto de Sánchez y de los separatistas. Una vergüenza, una más, que los españoles no deberían olvidar. ¿Nadie va a poner freno a semejante suicidio político?

Por suerte, esta y otras especulaciones podrán testarse en las próximas elecciones europeas. Y si en ellas Sánchez se pega un batacazo mayor que el de mayo de 2023 no le quedará otra salida que convocar elecciones generales y salir por la puerta de atrás.

QOSHE - Vamos derechitos al hoyo - Joaquín Leguina
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Vamos derechitos al hoyo

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17.01.2024

La prueba de que el esperpento político del miércoles pasado ha hecho daño a Sánchez es la larga entrevista y el amplio reportaje dedicados a él y a su entorno en El País (domingo 14-I-2024). Y yo me pregunto: ¿podrá seguir engañando respecto a sus continuas entregas al separatismo catalán y vasco? ¿Cómo es posible que siga habiendo millones de españoles que se tragan la falacia según la cual o nosotros progresistas (con separatistas dentro) o la extrema derecha y la derecha extrema?

Como ha recordado José Antonio Zarzalejos, poco después de aquella bajada de pantalones del miércoles, Félix........

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