Opinión

viernes, 29 diciembre 2023 | 06:00

Será a partir de hoy y hasta el domingo entrada la noche que las pantallas de teléfonos móviles se llenen de bonitas composiciones gráficas que nos deseen que el año 2024, próximo a nacer, esté colmado de éxito, salud, felicidad, lo mejor de lo mejor. Y nada menos que eso. Uno no es nadie para dejar de empujar a que esa avalancha de felicidad nos arrolle. Así que hago mías esas expresiones para todos quienes esto lean. Pero como aun me quedan como 3 mil 674 palabras para completar el espacio que el Diario tiene a bien dispensarnos, echémosle un poco de seso al asunto para compartir algo adicional con amigas y con amigos de todo el estado.

Un primer bache es que luego decimos las cosas así nada más, en automático, mecánicamente. No dudo que realmente quien escribe o reenvía esos mensajes los sienta con sinceridad, y quisiese que de ese modo sea. Pero sin duda hay algo más. Es obvio que nadie en su sano juicio quiere que a alguien le vaya mal, o no sepa que es difícil que todo sea cosas bonitas, y sepamos que en algún momento nos enfrentaremos a dificultades o situaciones dolorosas. Pero esos no son deseos, y aquí eso es lo que se expresa. Sin distingos también, vale decir, para amigos y contrincantes, conocidos y desconocidos, paisanos y foráneos. Pero ya ahí la puerca empieza a torcer el rabo con los mensajes ¿de verdad quiero que les vaya bien a mis adversarios? ¿A quienes me caen mal? ¿A los que este año me perjudicaron? Y ahí las cosas empiezan a matizarse, y humanamente así será si no se tocan acordes cristianos, pienso yo.

La segunda derivada de este asunto es enunciar las cosas en términos de “deseos”. Yo no veo mal rogar a Dios, convocar la sincronía de los astros o pedir la concurrencia de las fuerzas metafísicas en las que cada uno finque su dogma, para concretar esas intenciones. Pero no asumiré como obvio que esta es una actitud pasiva y requiere como mínimo echarle un poco de arte y de ciencia para ayudar a realizarlos. La experiencia popular dice sabiamente “a Dios rogando y con el mazo dando”. Una manera de enunciar el concepto de vida que se incubó en las abadías benedictinas y que modelaron a Europa, siglos más tarde sintetizada con la expresión “ora et labora”, o “reza y trabaja”. Es decir, debemos entender que los buenos deseos tienen que venir acompañados de la disposición de hacer algo para concretarlos. ¿Cómo ayudamos a que les vaya bien a las personas? O dicho a la inversa, ¿cómo contribuimos a evitar sus males? Y pues ni modo, ven como no podemos escaparnos de la política. Ni hablar.

Por ejemplo, es muy común que los buenos deseos sean de salud, sobre todo, que en teniéndola podemos bastarnos por nosotros mismos. Tener salud, que todos los chihuahuenses tengamos salud, no es tan fácil. Algunas enfermedades aun no son curables. Otras lo son, siempre que se detecten a tiempo, sean atendidos por profesionales competentes, ellos cuenten con equipo adecuado para a hacerlo y puedan comprar o recibir las medicinas que requieren. Y esta no será en 2024 la realidad de muchos como no fue este año ni desde hace muchos. Simplemente porque los gobiernos, sobre todo el federal, no se han tomado en serio levantar un sistema de salud que haga mucho más por muchas más personas. Quien prometió uno como el de Dinamarca y dice que ya lo tenemos, miente. Así de claro, no hay sistema, no hay medicinas ni siquiera las indispensables, sigue muriendo gente por enfermedades prevenibles o curables. Faltan muchos años en el país para que así ocurra, que serán menos si se define ya cuál debe ser el sistema y se comienza a implementar. También podría diseñarse uno estatal y arrancarlo y luego sumarlo al federal cuando ocurra, y confío en que eso será mucho más pronto. Claro que se puede, pero no podemos recomenzar cada seis años simplemente por no darle crédito a quienes antes pusieron las bases de uno. La buena salud no puede ser solo un deseo, requiere financiamiento, educación, prevención, alcance, muchas cosas.

Y así podemos seguirle. También deseamos paz. ¿Paz? Acabamos de leer que en el indicador mundial de estado de derecho bajamos al lugar 116 de 142. Paz es no tener miedo, ni angustia, ya no digamos a ser víctima de algún delito; la aspiración es a tener paz como psicósfera, como bien común que nos permite desarrollarnos, es decir con suficiencia de bienes, con solidaridad. Pero ni siquiera podemos cumplir con el primer escalón que es combatir con eficiencia el delito y vemos en cambio permitirles apropiarse del espacio público ya no digamos sin obstáculo, parece que hasta con permiso.

Claro que deseo que tengamos paz y salud en 2024, juarenses, chihuahuenses, los del valle, de la sierra, del desierto. Y quisiera que aprovechemos la gran oportunidad de tener en nuestras manos el cambio de gobernantes para apretarlos, escogerlos bien, a todos, y que ayuden a concretar estos nobles deseos. Lo necesitamos, lo merecemos. Que todo se conjugue y en 2024 ocurran muchas cosas buenas para todos.

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QOSHE - Deseos y oportunidades 2024 - Arturo García Portillo
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Deseos y oportunidades 2024

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29.12.2023

Opinión

viernes, 29 diciembre 2023 | 06:00

Será a partir de hoy y hasta el domingo entrada la noche que las pantallas de teléfonos móviles se llenen de bonitas composiciones gráficas que nos deseen que el año 2024, próximo a nacer, esté colmado de éxito, salud, felicidad, lo mejor de lo mejor. Y nada menos que eso. Uno no es nadie para dejar de empujar a que esa avalancha de felicidad nos arrolle. Así que hago mías esas expresiones para todos quienes esto lean. Pero como aun me quedan como 3 mil 674 palabras para completar el espacio que el Diario tiene a bien dispensarnos, echémosle un poco de seso al asunto para compartir algo adicional con amigas y con amigos de todo el estado.

Un primer bache es que luego decimos las cosas así nada más, en automático, mecánicamente. No dudo que realmente quien escribe o reenvía esos mensajes los sienta con sinceridad, y quisiese que de ese modo sea. Pero sin duda hay algo más. Es obvio que nadie en su sano juicio quiere que a alguien le vaya mal, o no sepa que es difícil que todo sea cosas bonitas, y sepamos que en algún momento nos enfrentaremos a dificultades o situaciones dolorosas. Pero esos no son deseos, y aquí eso es lo que se expresa. Sin distingos también, vale decir, para amigos y........

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