Opinión

viernes, 10 noviembre 2023 | 06:00

Para estas alturas se esperaba que ya hubiera definición de las candidaturas en el resto de las postulaciones federales, senadores y diputados, y supiéramos las alternativas para ser representados en el poder legislativo mexicano. Y aquí seguimos como el chinito sin tener noticias. Lo que en los tiempos modernos no es un problema que no tenga solución, así que las inventamos.

La pregunta es qué esperan los partidos políticos que harán coaliciones para ponerse de acuerdo sobre algo que parece sencillo y es decirnos cuál de ellos va a postular en cuáles candidaturas. Hablamos de 64 candidaturas al senado, de mayoría, y 300 diputaciones también de mayoría. Como no sueltan prenda tratemos de realizar este (en sentido etimológico) “apocalipsis” político usando un método analítico aprendido en la academia.

Una de las herramientas más usadas en las ciencias políticas actuales se llama teoría de la elección racional, generalmente citada por su nombre en inglés como “rational choice”. En términos mucho muy resumidos, esta dice que los actores políticos son entes racionales que juegan a “maximizar” sus ganancias. Dicho en cristiano, buscan ganar lo más posible y perder lo menos posible. O también, actuarán conforme a su conveniencia, y dejaran de hacer si van a salir bailando. Los amables lectores dirán: no pues brujo, así actúan siempre, eso no tiene novedad, ni para que se quiebran la cabeza. Y también así actuamos todos. Como dije estoy simplificando mucho, pero veamos como suceden las cosas aplicando estos conceptos al tema.

Si dos o más partidos se juntan, la teoría anterior quiere decir que si lo hacen es porque esperan que juntos conseguirán más de lo que obtendrían yendo por separado. Es decir, no se alían porque piensen que juntos van a obtener menos, no tendría sentido hacerlo. Por ejemplo, la presidencia de la república. Si Morena creyera que solos pueden ganar pues no necesitarían aliarse con el PT ni el Verde. Los suben al barco porque creen que tienen votos que es preferible sumarlos porque con esos es más fácil ganar, o porque si las cosas se ponen complicadas pueden ser la diferencia entre el triunfo o la derrota. Va una anécdota. En 2006 yo era secretario nacional de elecciones del PAN y se planteó la posibilidad de ir aliados con el Verde para postular a Felipe Calderón. Se hizo un análisis de lo que querían y no era viable, así que a mí me tocó decirles que no, y se fueron con el PRI y eso casi hace desaparecer a este partido. Y el PAN fue solo en esa elección que ganamos por 150 mil votos. Y ganada a la buena, aunque López Obrador siga diciendo lo contrario sin una sola prueba. Pero imaginen lo que hubiera sucedido si la diferencia hubiera sido al revés. El caso es que para 2024 hay dos coaliciones para la Presidencia de la República, porque ambos grupos piensan que “es preferible pelear juntos que caer derrotados por separado”, según una frase que debe ser de alguien de izquierda, pero cuyo autor desconozco.

Donde se pone nebuloso el asunto es en senadurías y diputaciones. Para simplificar, PAN y PRI se alían porque esperan ganar más senadurías que compitiendo cada uno por su lado. Pongamos un caso que no sea Chihuahua, para no hacer olas, aunque podemos hacer el ejercicio sin problema. Digamos Baja California. Ese estado lo tiene Morena y por ello ganó dos posiciones. El PAN fue segundo lugar y tiene una y PEI nada. Si se unen PAN y PRI podrían ganar las dos posiciones. Le quitan una a Morena, es buen acuerdo. El problema viene por ejemplo en un estado donde un partido de esta alianza puede ganar las dos, o donde ni unidos ganan y entonces ambos se diputen la primera fórmula, que entraría, aunque perdieran. Este ejercicio hay que hacer en cada uno de los estados y llegar a un acuerdo. Que no tiene manera de ser óptimo, en algún lado no van a quedar contentos. Al final, la cuenta de maximizar posiciones se hace sobre el total no sobre un caso en particular. Ni hablar.

Y ahora el mismo ejercicio para cada uno de los 300 distritos. Muchos no son claros sobre en cuál un partido tiene ventaja. Muchos no los quiere ninguno. En otros, aunque alguno tenga ventaja hay que cederlo para llevar la fiesta en paz. Y luego hay que poner en la ecuación a los géneros y las “cuotas” que la imaginación ha multiplicado, incluyendo la de pobres, ya explicada antes.

Por eso se han tardado, pero el plazo límite para registrar es el próximo 19 de noviembre, poco más de una semana para saber qué partido postulará en qué candidatura, y de ahí esperemos el paso a los nombres sea breve y sencillo. Y eso dará material adicional de análisis. Y no está de más seguir insistiendo, que aunque no nos gusten los legisladores, son fundamentales para que el país marche bien, o mal.

El mismo mecanismo aplica para los municipios y diputados locales dl estado de Chihuahua, aunque ahí tenemos dos semanas más para registrar, hasta el 11 de diciembre, pero las ollas están en el fogón ya burbujeando y con presión. Y los aspirantes ya ansiosos en el arrancadero. Para todos los casos, ya pronto les veremos las caras. Y ahí sí, que se cuiden.

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QOSHE - Definiciones estratégicas en Chihuahua - Arturo García Portillo
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Definiciones estratégicas en Chihuahua

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10.11.2023

Opinión

viernes, 10 noviembre 2023 | 06:00

Para estas alturas se esperaba que ya hubiera definición de las candidaturas en el resto de las postulaciones federales, senadores y diputados, y supiéramos las alternativas para ser representados en el poder legislativo mexicano. Y aquí seguimos como el chinito sin tener noticias. Lo que en los tiempos modernos no es un problema que no tenga solución, así que las inventamos.

La pregunta es qué esperan los partidos políticos que harán coaliciones para ponerse de acuerdo sobre algo que parece sencillo y es decirnos cuál de ellos va a postular en cuáles candidaturas. Hablamos de 64 candidaturas al senado, de mayoría, y 300 diputaciones también de mayoría. Como no sueltan prenda tratemos de realizar este (en sentido etimológico) “apocalipsis” político usando un método analítico aprendido en la academia.

Una de las herramientas más usadas en las ciencias políticas actuales se llama teoría de la elección racional, generalmente citada por su nombre en inglés como “rational choice”. En términos mucho muy resumidos, esta dice que los actores políticos son entes racionales que juegan a “maximizar” sus ganancias. Dicho en cristiano, buscan ganar lo más posible y perder lo menos posible. O también, actuarán........

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