Opinión

sábado, 17 febrero 2024 | 06:00

Históricamente en nuestro país el sistema de salud se ha encontrado en un estado fallido y constante decaída, durante varios años.

Esfuerzos financieros, tecnológicos y científicos se han realizado, pero recae en un factor que poco ha cambiado durante años. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) por todos es conocido que carece de un recurso muy importante que es: el recurso humano con sentido “humano” es decir, con sensibilidad hacia los problemas de los demás.

A nivel nacional y particularmente en Ciudad Juárez el personal médico se vuelve cada vez más insensible y ve como un número más a las personas que llegan a una unidad de urgencias médicas.

De acuerdo con el juramento hipocrático que realizan los médicos, se debe velar siempre por el bienestar de los pacientes; pero ¿Qué les sucede con el paso de los meses y años? Parece que se les olvida y solo ven a un paciente como un número más, como una persona que ocupa una camilla, olvidando por completo ese sentido humano que debemos tener todas las personas.

El IMSS, se encuentra además colapsado por no tener la suficiente infraestructura para la atención debida; pero juega un papel fundamental las habilidades, destrezas y sensibilidad que posee el personal médico.

De poco o nada sirve contar con innovaciones tecnológicas, de vacunas, tratamientos, mobiliario y equipo si quien tiene un papel importante en la medicina, que es el médico, no hace buen uso para su trabajo.

No solo se trata de cuestiones tecnológicas y equipo, se trata también del sentido humano de los médicos, de la disponibilidad de medicamentos y de querer hacer las cosas.

Actualmente, por la legislación vigente en México aún no está permitido que se practique en nuestro país la eutanasia o mejor dicho asesinato asistido y algunos médicos la promueven a discreción orillando a los familiares de los enfermos internados a que tomen esa decisión por bienestar del enfermo. Tal es el caso del hospital regional 66 en nuestra ciudad, en donde hace unos días circuló en medios de comunicación que un trailero afectado por un asalto, quedó con muerte cerebral y según los medios de comunicación se mencionó que los familiares decidieron desconectarlo; ninguna persona puede decidir sobre la vida de otra.

Es importante conocer los derechos que tenemos como derechohabientes de los servicios de salud y sobre todo como seres humanos, para que no se nos quiera convencer de caer en medidas drásticas como lo es el decidir sobre si una persona continúa o no viviendo.