Mencionar que la contaminación atmosférica tiene repercusiones ominosas en la salud de las personas no es algo novedoso, sin embargo, el entorno fuliginoso que se presenció en varias ciudades de nuestro país a consecuencia de los incendios forestales de gran magnitud, nos inducen a cuestionarnos sobre el devenir de nuestra salud como comunidad y especialmente sobre las repercusiones en las mujeres embarazadas y en el desarrollo fetal.

Para analizar objetivamente los riesgos de la contaminación en la salud fetal y en la madre gestante, varios estudios científicos se basan en un indicador muy práctico para dilucidar la concentración de partículas perjudiciales en el aire, estamos hablando de las “Materias Particuladas” (PM), este indicador, como categoría, representa a varios compuestos químicos (partículas de metales pesados, compuestos orgánicos volátiles, hollín, etc.).

La PM 2.5 y la PM 10 hacen referencia a la concentración de diversas partículas suspendidas en el aire de acuerdo a su tamaño, que miden menos de 2.5 y menos de 10 micras respectivamente, su cuantificación permite averiguar con certeza la presencia en el aire de partículas nocivas para la salud. Es relevante mencionar que las partículas que miden menos de 2.5 micras tienen la capacidad de ingresar a las vías respiratorias y producir reacciones inflamatorias locales. Mientras más pequeñas sean las partículas, más probabilidades tienen de atravesar las paredes alveolares del pulmón para llegar al torrente sanguíneo y producir una inflamación sistémica que puede derivar en problemas cardiacos, pulmonares y accidentes cerebrovasculares. En el caso de las embarazadas, estas partículas pueden atravesar la placenta y llegar al feto, comprometiendo su salud y su neurodesarrollo, cuyas consecuencias se manifestarán años después de nacer.

La OMS (Organización Mundial de la Salud) utiliza estos indicadores para limitar la exposición humana a dichas partículas, estima que la concentración máxima inocua de las PM10, es de 20 microgramos/m3, y de 10 microgramos/m3 para las PM 2.5.

Sin embargo, según la empresa suiza IQAir, la concentración media de PM2.5 en Bolivia durante la gestión 2022 fue 1,5 veces mayor que los límites recomendados anualmente. Es inevitable sospechar que este año (2023) las concentraciones medias de PM aumentaron en comparación a la gestión pasada debido a los incendios forestales.

En lo referente a su impacto sanitario, los estudios epidemiológicos publicados por la revista The Lancet mencionan que la tasa de mortalidad urbana mundial atribuible a incrementos de PM2.5 en el aire, fue de aproximadamente 77 muertes prematuras por cada 100.000 habitantes el 2019. Otro estudio publicado en la misma revista, basado en el análisis de poblaciones asiáticas (Asia es el continente con las mayores tasas de contaminación y elevados índices de PM10 y PM2.5) evidenciaron que la exposición de embarazadas a PM2.5 incrementaba el riesgo de abortos espontáneos y de muerte fetal.

Otras complicaciones que derivan de la exposición de las gestantes a las altas concentraciones de PM son: el parto prematuro y el bajo peso al nacer. Ambas situaciones comprometen la salud del recién nacido a largo plazo.

El prematuro, al tener una interrupción de su desarrollo orgánico, y por la inmadurez de sus sistemas, está predispuesto a tener dificultades en su adaptación al medio, precisará de una incubadora y tendrá altas posibilidades de padecer problemas cognitivos, visuales, auditivos, como otros problemas de salud a largo plazo.

A largo plazo los recién nacidos con bajo peso tienen el potencial riesgo de cursar con enfermedades metabólicas como diabetes o problemas cardiovasculares. En Bolivia, según la OPS (Organización Panamericana de Salud) el porcentaje de nacimientos con Bajo peso al nacer aumentó de 4% a 5.5% entre 2001 y 2021, siendo un dato alarmante teniendo en cuenta que las concentraciones de PM2.5 aumentaron en nuestro aire a consecuencia de la contaminación atmosférica derivada de los incendios, lo cual puede incidir considerablemente en el incremento de niños con bajo peso.

A pesar de que Bolivia está en el puesto 112 (de 131) del “Ranking de contaminación de aire mundial” según IQair, los incendios forestales en Bolivia indudablemente elevan las concentraciones de las materias particuladas (PM2.5 y PM10) en nuestro aire, representando un potencial riesgo para las personas con enfermedades crónicas y especialmente para los bebes por nacer.

La contaminación atmosférica es una constante en nuestras vidas que precisa ser tomada mucho más en serio entre los cuidados prenatales, especialmente en momentos críticos donde las fuentes de contaminación aún no están del todo controladas.

QOSHE - Efectos de la contaminación del aire en la salud del bebé por nacer - Mauricio Torres Peña
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Efectos de la contaminación del aire en la salud del bebé por nacer

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24.11.2023


Mencionar que la contaminación atmosférica tiene repercusiones ominosas en la salud de las personas no es algo novedoso, sin embargo, el entorno fuliginoso que se presenció en varias ciudades de nuestro país a consecuencia de los incendios forestales de gran magnitud, nos inducen a cuestionarnos sobre el devenir de nuestra salud como comunidad y especialmente sobre las repercusiones en las mujeres embarazadas y en el desarrollo fetal.

Para analizar objetivamente los riesgos de la contaminación en la salud fetal y en la madre gestante, varios estudios científicos se basan en un indicador muy práctico para dilucidar la concentración de partículas perjudiciales en el aire, estamos hablando de las “Materias Particuladas” (PM), este indicador, como categoría, representa a varios compuestos químicos (partículas de metales pesados, compuestos orgánicos volátiles, hollín, etc.).

La PM 2.5 y la PM 10 hacen referencia a la concentración de diversas partículas suspendidas en el aire de acuerdo a su tamaño, que miden menos de 2.5 y menos de 10 micras respectivamente, su cuantificación permite averiguar con certeza la presencia en el aire de partículas nocivas para........

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