LA HABANA, Cuba. – La máxima del gobernante Miguel Díaz-Canel que asegura que “no hay que esperar a que termine la crisis del país para ofrecerles recreación a sus pobladores” continúa ocasionado estragos.

La irresponsabilidad del presidente designado, así como la insensibilidad, ineptitud y oportunismo de muchos funcionarios de su gobierno, causan cada vez más rechazo en un amplio sector de la población.

Que Díaz-Canel ofrezca recreación antes de que acabe la crisis viene a ser algo así como cantar en medio de un velorio o reírse con el agua al cuello. Agradecerlo sería como aplaudir hasta el delirio, entre los escombros de una vivienda arrasada por un huracán, ante las peripecias de un payaso y los malabares de panzudos funcionarios que, cruzando los dedos, repiten una y otra vez “Sí se puede” y aseguran que “la Revolución nunca dejará a nadie desamparado”.

Resulta patético y escarnecedor, deviene en un acto demencial o cínico, que luego de mantener apagadas las luces de los estadios durante más de siete años, ahora, cuando mayor es la falta de combustible y más apagones hay en el país, orienten encenderlas.

El rechazo a esta absurda decisión es trepidante. Encender las luces de los estadios y dejar a oscuras a amplias zonas del territorio nacional es, cuando menos, un irrespeto al pueblo.

Si los comentaristas del programa Deportivamente de Radio Rebelde y los oyentes que interactúan con ellos en cada emisión debaten, cuestionan y rechazan la decisión de alumbrar los estadios y otros disparates más, esto debería poner a meditar a los dirigentes del INDER y a los “obesócratas” a quienes obedecen.

¿Cómo es posible ―se pregunta un aficionado al béisbol de Santiago de Cuba― que después de tantos años de exponer como galeotes al inclemente sol del verano a los peloteros, ahora que empieza el invierno, se decida jugar a partir del atardecer y hasta las 10:00 o las 11:00 de la noche?

¿Jugar de noche cuando no hay combustible ni para encender un candil, según dicen los mismos dirigentes que ordenan encender las luminarias de los estadios en los que se juega la Segunda Liga Élite Nacional de Béisbol?

Según los aficionados santiagueros, el estadio Guillermón Moncada semeja un arbolito navideño en medio del apagón en el reparto Sueño.

La fanaticada beisbolera está que trina. Los apagones les impiden ver los juegos en la televisión o escucharlos en la radio.

Un aficionado que habló con los comentaristas de Deportivamente desde Matanzas, aseguró que el juego de los Cocodrilos matanceros contra los Gallos espirituanos, suspendido por lluvia el miércoles, no se pudo efectuar después porque no encendían las luces del Victoria de Girón. Y quejas de este corte también hubo, procedentes de Artemisa, Sancti Spíritus y Las Tunas.

Los “obesócratas”, que parecen haber enloquecidos, quieren circo para distraer a los cubanos y desviar su atención de la gravísima crisis que atraviesa el país; pero sin pan y en medio de los apagones, lo que logran es mayor rechazo.

ARTÍCULO DE OPINIÓN Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no necesariamente representan la opinión de CubaNet.

QOSHE - Enciendan los estadios y vengan apagones  - Víctor Manuel Domínguez
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Enciendan los estadios y vengan apagones 

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19.11.2023

LA HABANA, Cuba. – La máxima del gobernante Miguel Díaz-Canel que asegura que “no hay que esperar a que termine la crisis del país para ofrecerles recreación a sus pobladores” continúa ocasionado estragos.

La irresponsabilidad del presidente designado, así como la insensibilidad, ineptitud y oportunismo de muchos funcionarios de su gobierno, causan cada vez más rechazo en un amplio sector de la población.

Que Díaz-Canel ofrezca recreación antes de que acabe la crisis viene a ser algo así como cantar en medio de un velorio o reírse con el agua al cuello. Agradecerlo sería como aplaudir hasta el delirio, entre los escombros de una vivienda arrasada por un huracán, ante las peripecias de un payaso y los malabares de panzudos funcionarios que, cruzando los dedos, repiten una y otra vez “Sí se........

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