Llevar un iceberg de 15.000 kilos al centro de Málaga para que se derrita al sol… en agosto
Sorprendió la ONU hace unos días con una nueva decisión sobre el calentamiento global. Aseguró la organización internacional que el planeta ha llegado a tal punto de degradación que es más correcto hablar de ‘ebullición global’ que de cambio climático. No es lo mismo meter el dedo en la cazuela cuando el agua está templada que cuando ha comenzado a burbujear. En el último caso, abrasa y genera ampollas. En ese punto meteorológico estamos en estos días, dicen. El planeta quema. Está al rojo vivo.
Así que un aventurero –y un grupo de jóvenes- ha promovido una iniciativa que pretende concienciar a los lugareños sobre los efectos adversos de la subida imparable de las temperaturas. Con el apoyo de una fundación y la Diputación de Málaga, han traído un trozo de hielo de 15.000 kilos en un contenedor refrigerado (¿éste no contamina?) con la idea de situarlo en la calle de Larios, del centro de la capital de esta provincia andaluza. El propósito de esta exhibición es que el pedrusco se derrita al sol para que quienes pasen por allí se cercioren de que el calor es capaz de transformar el hielo en agua. ¡Ridiela! Cuantos más grados marque el termómetro, antes se liquidará la roca gélida.
¿Tan mal está la cosa?, se preguntará el lector, a quien hace unos años asustaban con el agujero de la capa de ozono y........
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