Que alguien le regale un Risk a Pedro Sánchez
Pareciera que a nuestro presidente le da alergia el Ejército español. Son ya numerosas ocasiones en las que no se comprende por qué no ha enviado al Ejército, pero la gota que ha colmado el vaso ha sido una gota fría. Las preguntas que todos hemos escuchado estos días sin cesar son: ¿dónde está el Ejército? ¿Por qué no envían a nuestros militares?
De tal magnitud e impacto han sido las imágenes que todos hemos visto de la Comunidad Valenciana, donde los propios vecinos y algunos voluntarios se encargaban de limpiar el barro de las calles con escobas y atender los gritos desesperados de la gente atrapada en sus casas pidiendo agua, que no solo han estremecido el corazón de todos los españoles, sino también los corazones de fuera. Incluso los presidentes de El Salvador o de Argentina nos han ofrecido lo poco que tienen.
La bofetada sin manos a Sánchez ha sido impresionante: Milei, que llegó a la presidencia sin ocultar a sus votantes la cruda realidad, “no hay plata”, ofrece la movilización de los Cascos Blancos, la unidad de respuesta humanitaria de Argentina. Por su parte, Bukele comunica que tiene 300 rescatistas y paramédicos y 20 toneladas de material y suministros para enviar inmediatamente a España, esperando que nuestro Gobierno acepte esta ayuda.
Qué cara se te queda cuando cuentas con unas Fuerzas Armadas con más de 130.000 militares en servicio activo y más de 13.000 efectivos en la reserva y te ofrecen 300 hombres para ayudar a los ciudadanos que están abandonados en tu propio país, porque los están viendo sufrir y allí no hay nadie al rescate, excepto vecinos y voluntarios civiles. Incluso Francia nos ofreció 200 bomberos y se rechazaron, porque no nos hacen falta. Por supuesto que no nos hacen falta, pero si no envían a nadie y lo que vemos es a agricultores yendo con sus tractores a ayudar, a camioneros llenando sus vehículos para llevar agua y víveres y a gente normal y corriente rescatando a las personas que han logrado sobrevivir y se encuentran atrapadas, es normal que parezca lo contrario. Vergüenza sé que no le da al señor........
© Vozpópuli
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