Las treinta monedas de plata
Antes de la última cena, según el Nuevo Testamento, Judas Iscariote acordó entregar a Jesús por 30 monedas de plata. Incluso el mayor traidor de la historia fue capaz de reconocer su traición, antes de arrepentirse y terminar con su vida, al comprender que no podía vivir con esa carga.
Ahora los traidores se venden por mucho menos o por mucho más, según se mire. Pero lo más doloroso es ver cómo, a pesar de todo, pretenden erigirse como héroes ante la misma sociedad a la que traicionan.
Los 7 votos de Sánchez pasarán a la historia como las 30 monedas de plata de Judas. Solo que el apóstol no tuvo las santas narices de decirle a Jesús: “Lo hago por ti, en favor de mejorar la convivencia”.
Si hay algo por lo que será recordado este Gobierno es por su cobardía. Tres horas estuvo esperando el viernes el señor Sánchez para poder salir a la calle, tras su reunión con el canciller alemán, ya que una multitud le esperaba fuera para llamarle traidor. La valentía que se gasta para mentirnos a la cara, diciéndonos que cede a los chantajes de unos pocos por nuestro bien, no porque necesite ser presidente más que tú o yo el respirar, no le acompaña cuando decide entrar por la puerta de atrás al visitar una fábrica o cuando tiene que llamar a los cuerpos policiales para que controlen a las multitudes que le esperan en la calle. Bien sabe el señor Sánchez que los españoles no somos como Jesús y no perdonamos, pero bien saben los españoles que Pedro I de........© Vozpópuli
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