En el quid de la pensión
Mucho se ha escrito ya de la reciente reforma del ministro Escrivá, que ha puesto sobre el tapete la sostenibilidad de las pensiones públicas y a costa de quién. Conviene darle a este asunto un poco de contexto histórico. Las pensiones públicas nacen de dos ideas: los seguros y la Seguridad Social. El origen de los seguros de vida está en Escocia; ministros de la iglesia escocesa (calvinistas) fueron sus inventores en 1744, lamentaban tanto la suerte económica de las viudas y huérfanos de los clérigos que dieron con una solución: en vida darían un dinero para un fondo que invertiría para que, tras la muerte, hubiera dinero que destinar a los vivos. La clave estuvo en el correcto cálculo de cuánto dinero sería necesario aportar para las contingencias, y ahí radicó su éxito. De hecho, sus fórmulas no difieren mucho de las actuales, basadas en probabilidades y estadísticas, y que llevan a que las compañías de seguros sepan cuánta prima deben pagar sus asegurados para afrontar todos los imprevistos y aun así ganar dinero. Aún ahora el “scottishwidows” o “fondo de las viudas escocesas” es un participante famoso e importante en los mercados.
La idea se extendió primero a los soldados y luego a toda la sociedad. El que los seguros privados pasaran a ser públicos con la idea de un fondo social para imprevistos tuvo su origen, según el profesor de Harvard Niall Ferguson, en Japón, porque tras el gran terremoto de 1923 las compañías........
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