Los escándalos de corrupción oscurecen el 41 Congreso e iluminan los tribunales
Regresamos a la cruda realidad política y judicial española tras el Congreso ‘búlgaro’ (al 90 %) del PSOE en Sevilla, que como se esperaba proclamó a Pedro Sánchez líder casi ‘vitalicio’ del partido, al menos hasta el año 2031. Congreso que empezó con el síndrome de Juan Lobato cuya cabeza -como la del caballo del El Padrino- fue exhibida a los congresistas como un aviso a disidentes, para que pasen de la disuasión al miedo.
Pero ahora llegará la semana de penitencia judicial. Con cinco citas en los juzgados de Ábalos, Aldama y Koldo en el Tribunal Supremo (los días 12,16 y 17) y de Begoña Gómez y Cristina Álvarez (la asistenta de La Moncloa), los días 18 y 20 ante el juez Peinado. Y falta por saber si Pilar Sánchez Acera, la jefa de gabinete del ministro Oscar López, también es citada a declarar en esta la Sala VIP del TS que investiga al Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz y ante la que hace poco cantó el ‘colabó’ Juan Lobato ofreciendo su acta notarial en relación con la carta fiscal del novio de Ayuso.
La misma Sala del TS del magistrado Hurtado, que también ha convocado a declarar, los días 8 y 9 de enero, a ocho periodistas y al jefe de Gabinete de Isabel Ayuso, Miguel Angel Rodríguez, quien advirtió al Fiscal General que, si eso ocurría, ‘vas a ir pa lante’. Y ocho periodistas entre los que figura la inefable de El Plural, Angelica Rubio, la regalada por La Moncloa de una consejería de RTVE, tras colaborar con Sánchez Acera y calumniar al juez Peinado.
Lo de judicializar la política española es ya una realidad en la que, por ahora, el PP lleva las de ganar mientras corruptos como Aldama continúan tirando de la manta y señalando a Ábalos comomáximo trincón de los gobiernos de Sánchez en: operaciones con las mascarillas del Covid; fraude de los hidrocarburos; pisos y chalets privados; y como en buena lógica era de esperar en contratos públicos amañados........
© Vozpópuli
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