Ayuso ganará y gobernará Sánchez
“Va a por la Corona y a montar un modelo que no nos ha contado”. Tomás Gómez no ha recuperado todavía su colección de miniaturas de vespas que tenía en el despacho. Pedro Sánchez, en su primera reencarnación al frente del PSOE (antes de que lo echaran por el pucherazo fallido en Ferraz) ordenó el asalto de sus dependencias, le cambió la cerradura y lo arrojó a las tinieblas del ostracismo como un apestado. “En Parla, me escupía la gente por la calle”. Luego se demostró que lo de la estafa del tranvía era un bulo, un invento de la fábrica del fango de Sánchez, ya por entonces en su fase incipiente. “En toda fechoría pone sus manos”. Séneca.
Gómez dejó la política, colabora en prensa y da clases en la Universidad. Es uno de los mayores conocedores del sanchismo y alrededores. Ni está obsesionado con su verdugo ni alienta ánimo de venganza. Tan sólo, cuando le convoca algún medio, explica con prudencia lo que sabe. En El Mundo, advertía sobre uno de los aspectos que apenas se trataron en la orgía sevillana del elogio del latrocinio. El arrinconamiento de la Corona hasta su extinción y sustituirla por ese formato ortopédico de la España plurinacional, un sudoku de gerifaltes de antaño, apenas planeó por el concilio. Proteger a Begoña, travestida en lady Gagá, y atacar a los jueces ultras reclamaron la máxima atención de la fiesta.
Allí estará de nuevo, encabezando las papeletas de su partido, dispuesto a eternizarse. Al menos, hasta 2031, para festejar como corresponde el centenario de la II República y quien sabe si el advenimiento de la III
Sánchez no tiene prisa en poner en marcha su plan de extirpación de la Monarquía de nuestro edificio constitucional. Con esa firmeza de quienes mezclan sus convicciones con sus obsesiones, avanzó el domingo que la presente legislatura llegará a su fin, que se cerrará en 2027 y que, en contra de lo que tantos anuncian, allí estará de nuevo, encabezando las papeletas de su partido, dispuesto a eternizarse. Al menos, hasta 2031, para festejar como corresponde el centenario de la II República y quien sabe si el advenimiento de la III.
Dado que es un sentimental irremediable,........
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