Todos los autócratas actúan siempre igual
Tomemos al presidente Biden, cuyo juicio a su hijo Hunter ha comenzado estos días en un tribunal de Estados Unidos bajo la acusación de posesión ilegal de armas de fuego. Pues bien, estando ya los norteamericanos en campaña para las próximas presidenciales del próximo mes de noviembre, su padre se felicita por la valentía de su hijo al superar las adicciones que había sufrido en el pasado. Ni una palabra sobre los jueces ni al daño que le puede ocasionar ese juicio.
Tomemos al expresidente Trump, declarado culpable la semana pasada de 34 delitos de falsificación de registros comerciales, al ocultar información sobre sí mismo al pueblo estadounidense con el fin de influir en las elecciones presidenciales de 2016 –que ganó–, por pagos a la actriz Stormy Daniels. Juzgado en un tribunal humilde del Bajo Manhattan, en Nueva York, y condenado por unanimidad por un jurado de 12 personas elegidas al azar. Hay que esperar sentencia, pero la reacción de Donald Trump, repleta de sus truculencias habituales, denuncias fantasmagóricas de conspiraciones judiciales contra él, y que llegó a calificar a Estados Unidos como un país fascista, es la propia de un autócrata que se considera por encima de la ley.
Sí, las reacciones del presidente Joe Biden y de Donald Trump nos permite entender con una nitidez absoluta la diferencia entre un gobernante demócrata, que acepta el imperio de la ley, frente a un autócrata que lo niega,........
© Vozpópuli
visit website