España no es diferente; nuestro socialismo, sí
Es bien sabido, entre quienes conocen y respetan los principios de la democracia liberal, que la alteridad o reconocimiento del otro, según la definición del erudito en la materia Enrique Baca en su obra La construcción del enemigo (2024), junto con la observancia del Estado de Derecho, son consustanciales con su existencia y funcionamiento. Sin ese “otro” que representa la posible alternativa para el ejercicio del poder, la democracia se convierte en una perversa e incivilizada institución al servicio de líderes como los Putin y Maduro de nuestro tiempo.
Todo empezó el 14 de diciembre de 2003, cuando los socialistas e independentistas catalanes firmaron el Pacto del Tinell que excluía la posibilidad de cualquier pacto de gobierno o establecer acuerdos de legislatura con el PP, tanto en la Generalidad como en las instituciones de ámbito estatal. Posteriormente, tras perder las últimas elecciones generales en julio de 2023, Sánchez se abonó a un ridículo concepto –“fachosfera”– que incluye a todos los españoles -incluso dentro de su propio partido, como González, Guerra y un largo etcétera- que rechazan sus cambiantes políticas; sean cuales sean.
En su muy recomendable y citado libro, Baca nos recuera al maestro Laín Entralgo, para quien el mensaje cristiano original supuso la primera consideración histórica del otro como realidad a tener en cuenta, a partir de la radical igualdad de todos los seres humanos que, primero la Revolución americana y después la........
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