Un centro de menas en su calle
Ojalá todos los políticos y sus sicarios mediáticos pusieran tanto interés, sensibilidad, compromiso y disposición para ayudar a los jóvenes españoles como lo hacen con los inmigrantes ilegales, que asaltan la frontera y declaran ser menores no acompañados, los conocidos como menas. ¿A quién le importa que haya ya dos generaciones en España sin vivienda, acceso a una pésima educación, una sanidad degradada y malos transportes sin opciones de futuro en España? De forma masiva exportamos universitarios españoles e importamos islamización y africanización.
«Son pobres niños que tenemos que cuidar y mimar por humanidad y entonces podrán brillar en nuestra sociedad y mejorarnos a todos». Todo es poco para ellos, según este delirio desvivido de todo el espectro político (salvo Vox) y las Intxaurrondos, que repiten de forma contumaz, sabedores de la mentira monstruosa que esconde. La hipocresía de la progresía imperante (que incluye al PP y sus medios) es insoportable, un peligro para la democracia y el estado del bienestar y sobre todo es culpable, sin posibilidad de indulto, de la degradación de nuestras calles, la inseguridad y el expolio del deshecho Estado social, una deudocracia a punto de estallar.
No son niños. Son adultos corpulentos a los que no se les hace pruebas de edad al llegar a puerto como hace........
© Vozpópuli
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