La dictadura emocional
Es razonable que cualquier persona que no haya perdido sus facultades cognitivas y mantenga cierto contacto con la realidad se encuentre estos días entre la indignación, la vergüenza y la preocupación por lo que está haciendo Pedro Sánchez. La táctica es clara, presentarse como víctima de un complot ultraderechista golpista a todo aquel que informe, pregunte o investigue sobre los negocios y el posible tráfico de influencias de su mujer Begoña Gómez y eliminar así cualquier vestigio de disidencia, convirtiéndose en un líder absolutista bajo apariencia de refrendo democrático. Todo orquestado y planificado a sangre fría. Espeluznante. Es necesario que nos detengamos en dos cuestiones importantes que representan el inicio de algo nuevo y siniestro.
En primer lugar, actualmente el poder que tiene el Estado sobre los ciudadanos es enorme y con la tecnología irá a más. No se ha conocido en otras épocas de la historia de España tanta concentración de poder y está en manos de la izquierda y los separatistas, la antiespaña. Este poder absolutista de nuestra “democracia constitucional” no se encuentra separado, sino concentrado en un Ejecutivo que es controlado por un partido político. Al configurar la Constitución Española una partitocracia, es el líder único que controla dicho........
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