Magia estadística en la Agencia Tributaria
Es de sobra conocido que el Gobierno Sánchez practica como nadie la prestidigitación para manejar o manipular las estadísticas oficiales. Lo hace de manera descarada, falseando las cifras de empleo al computar como trabajadores en activo a cerca de un millón de fijos discontinuos que están en su caso cobrando el subsidio de desempleo. Lo hace también al cuantificar la evolución de la inflación desde que, tras un sospechoso cambio en la presidencia del INE, este organismo procedió a modificar la ponderación que los diferentes productos tienen en el coste de la cesta de la compra. Y todo apunta a que lo hace también al estimar los cambios operados en el PIB sometiendo a éste a sucesivos y significativas modificaciones no suficientemente aclaradas.
Pero lo que es menos sabido es que esta afición del Gobierno Sánchez por maquillar y falsear las estadísticas ha llegado también a la Agencia Tributaria. Así lo evidencia la lectura del Plan Estratégico de la entidad 2024-2027 en el que se utilizan inadecuadamente determinados datos para proporcionar una imagen absolutamente distorsionada de las circunstancias que caracterizan la actividad desarrollada por la institución. Para justificar lo que acabo de afirmar me referiré a dos ejemplos, respectivamente referidos a la conflictividad que generan las actuaciones de la Agencia Tributaria y a la eficiencia lograda en el cumplimiento de su función primordial.
Empezando por la primera cuestión enunciada, se afirma en el documento reseñado de la Agencia Tributaria que, al desarrollar su actividad, “el grado de conflictividad observado es muy reducido”.........
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