Junkies
En la introducción a la novela Junky, William Burroughs observa que una persona comienza a depender de los narcóticos cuando nada la motiva hacia otra dirección. “Nadie decide ser adicto. La mayoría consume por ninguna causa específica. La droga gana por defecto.” Vasto cuaderno de bitácora de un consumidor serial, Junky es el más directo de los relatos de Burroughs. De apartamentos abyectos en Nueva York a bares queer en Nueva Orleans, el protagonista, alter ego del autor, oscila entre períodos de consumo y abandono de una panoplia de drogas. La conclusión siempre es la misma: la adicción es sufrimiento y destrucción.
Podría afirmarse que Albert Speer, ministro de Armamento y Producción Bélica del Tercer Reich, vivió una experiencia parecida. De lo contrario, no hay manera de entender cómo un arquitecto con solida formación intelectual y miembro de una familia de clase media alta sirvió al nazismo hasta los minutos finales de la guerra. Speer fue único en su especie. Conoció a Hitler en 1933 y rápidamente se convirtió en pieza clave de su círculo íntimo. Durante los siguientes doce años mantuvieron una relación vigorosa y........
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