Las enseñanzas de la Roja en España
España logró alzarse con su cuarta Eurocopa (tras las de 1964, 2008 y 2012), la tercera que gana de las cinco últimas que se han celebrado, y se convierte de este modo en la selección más laureada de la historia: a día de hoy, nadie ha logrado tantas Eurocopas como la Roja. Quizás parezca irrelevante, pero el torneo ha hecho felices a millones de españoles durante cuatro semanas, lo cual no es poca cosa. Y aunque no se trata solo de ganar sino de cómo se gana, y, sobre todo, de dar lo mejor de uno mismo para lograr ese objetivo incluso aunque no se alcance, el triunfo sobre el adversario es la máxima expresión del éxito deportivo, aunque este en el fondo no es otra cosa que el triunfo sobre uno mismo. En todo caso, la victoria es lo que los colectivos humanos que las alcanzan mejor recuerdan, hasta convertirse en parte de su historia.
Es solo deporte, ciertamente, así que no vayamos a ponernos dramáticos o, en el caso que nos ocupa, excesivamente eufóricos, no vayan a acusarnos de ser gente frívola e inconsciente que se ocupa de cuestiones intrascendentes, pero el deporte y la competición a la que suele ir asociado pueden aportarnos grandes enseñanzas para la vida… y para la política, que no es otra cosa que la gestión de los asuntos públicos y de los grupos humanos, con todo lo que eso implica. Por ejemplo, si se tiene un buen director de orquesta que trata de sacar lo mejor de cada uno de sus miembros, busca alcanzar la excelencia en el desempeño de aquello a lo que se dedica, es humilde, respeta las normas establecidas y al adversario (a quien no convierte en enemigo), confía en el equipo y da libertad a los jugadores para que........
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