Felipe VI ‘el Breve’
En noviembre de 1975 quien esto escribe era un niño que aún recuerda cómo en conversaciones familiares de salón frente a nuestro primer televisor en blanco y negro -flamenca encima sobre tapete de ganchillo, tal que un bodegón de Gutíerrez Solana-, mis mayores y sus amistades apodaban por lo bajini Juan Carlos I el Breve a aquel joven y desconocido Juan Carlos I recién nombrado Rey a la muerte de Francisco Franco.
Daba igual la casa, daba igual roja que azul, diría Albert Rivera, que la izquierda y la derecha carpetovetónicas que las habitaban, taaaaan miedosas del daño que habían sido capaces de infligirse unas a otras cuarenta años antes lograron ponerse de acuerdo sin dialogar en que “aquello” (sic) innombrable no podía volver a repetirse... Con Juan Carlos I el Breve o sin él, ya veríamos.
Una España devastada por la guerra cuarenta años antes, tratada por Franco como menor de edad los cuarenta siguientes, se hallaba de nuevo sumida en terreno desconocido y otra vez a merced de sus demonios. Vivían aún, en muchos pueblos puerta con puerta, quienes habían sido protagonistas de uno de los conflictos civiles más cruentos conocidos por la Humanidad, casi un millón de muertos a sus espaldas; de hecho, los últimos fusilados acababan de serlo apenas dos meses antes del fallecimiento.
El dictador, ya decrépito, había designado a Juan Carlos I el Breve sucesor suyo “a título de........© Vozpópuli
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