Pedro, un gato suelto en Bombay
Pedro es independiente, al igual que los gatos, siempre, usa algunas conductas tan repentinas como peligrosas que pueden afectar hasta su propia vida, como los felinos callejeros cuando pelean con otros en las alturas de los tejados, arriesgándose a un destino fatal.
Hoy por hoy, en cada uno de sus días como presidente, a Pedro le sucede algo que nos deja estupefactos. Algo que él y sus gurús lanzan desde adentro para confundirnos, o bien algo que les entra desde afuera como esos drones de guerra que aparecen por las ventanas sin permiso. Habría que ver cuántas ventanas de la Moncloa se cuentan ya con los vidrios rotos. Ellos van como si nada, pero que las hay, las hay.
Mientras tanto, Pedro interviene en nuestras vidas de forma hiperactiva cotidianamente. Cada vez más a fondo. Él y su filarmónica, ya muy desafinada, siguen interpretando un discurso sectario especialmente dirigido a los nódulos sociales adonde se apoyan valores que a ellos no les sirven.
Por ejemplo, tienen que terminar con la España de la familia tradicional y para eso primero tienen que dividirla. En eso están; muchos lectores con su prole completa y bien desarrollada podrían dar fe. Porque adoctrinan, confunden a nuestros hijos con contenidos asquerosos, y crean diferencias entre parientes pobres y ricos, o entre los que son empleados públicos versus los emprendedores, los que estudian versus los que no (porque para qué) y un largo etc...
No es para despreciar que haya sobrevivido seis largos años y, por ahora, siga inamovible luchando en una biósfera política llena de trampas y traiciones
Ya no es solo el fútbol, esa era una división sana. Hoy aparecen fisuras que antes no existían, las grietas que están asomando en las familias ya superan ampliamente la barrera de los cuñados. Otros gobiernos bolivarianos, han logrado que la grieta se abra entre padres e hijos, o entre primos y hermanos, aquí espero que nunca suceda.
Sin embargo, no subestimemos al 1, ya ha hecho mucho de lo que........
© Vozpópuli
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