Julio se acaba de ir, pero nos ha dejado un recadito para todos
Así fue, y el que quiera oír que oiga.
El día primero de julio todos pensábamos que, a partir de allí, Francia cambiaba de rumbo. Hacia la derecha, arriba, abajo, pero rumbo a una revolución cultural necesaria para que la sociedad gala entienda dónde se ha metido en su evolución política moderna.
Le Pen era la portada de todos los sitios digitales de noticias, los que ve todo el mundo en X, y que alarman a las izquierdas residuales y hacen inflar el pecho a las derechas más extremas.
Casualmente por esos dos motivos también durante julio, otro día nos despertamos con que eso no era de verdad, sino una cámara oculta que le hicieron los franceses al resto del mundo con su ácido sentido del humor.
No importa, en fin, eso no ha sido nada, seguimos en guerra, la guerra es en Europa, bien en el centro de la Europa continental, y otra en Medio Oriente que tiende a arder como reguero de pólvora. Pero mientras tanto vamos tirando.
Igual y con todo, eso no llega tanto a España, que ahí están los Pirineos, que para algo los puso dios.
Aquí la cosa, el día 1 del mes, es que la fiscalía le pide a un juez que no investigue a la mujer del presidente por nada; el día 2, la Complutense acusa a la mujer del presidente de una serie de cosas, mientras el día 3 ella le pide al juez que no la grabe en el banquillo porque no le gusta que la graben en el banquillo, siendo ella quien es.
Además,........
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