Isabel y Javier: un capítulo apasionante
En una España convulsionada por problemas tan urgentes, en medio de una crisis institucional nunca vista, todos los días vemos un espectáculo de distracción diferente.
Al ser producciones diarias se reconoce el esfuerzo de la actual clase política en el mercado del entretenimiento. Tal como pasa con las películas, estos shows diarios que invaden todos los medios e influyen en el humor social, se dividen por género.
Del drama y la acción se encarga el jefe, otro día es comedia con la Yoli, hoy romance con Pablo e Irene, violencia extrema con Mr. Bridge, risas con el gordo Koldo, viajes prohibidos con Delcy en Barajas, en fin, que hay días de muchos tipos.
Pero lo notable es que sea cual sea el guion, siempre todo les pasa a ellos y si les pasa a otros, siempre es provocado por ellos. Así dominan la conversación pública a su antojo.
Encima, la variedad es necesaria, si no la gente se aburre. Y son 365 capítulos los que necesita esta serie de Netflix en que se ha transformado la política española, gracias y a conveniencia de Sánchez.
Sánchez es igual a Kirchner, a él le queda bien el guion y su personaje lo vive intensamente. Enfrente de él es difícil encontrar eso mismo en otro político conocido por todos los votantes, y que tenga la misma decisión que él, que muestre fuerza y convicción, que le hierva la sangre como a........© Vozpópuli
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