Un mundo maniqueo
La antigua religión fundada por el iranio Mani en el siglo III d.C., el maniqueísmo, concebía la realidad como la confrontación entre la Luz y la Oscuridad, entre el Bien absoluto y el Mal ilimitado, y la salvación de los seres humanos consistiría en situarse en el lado correcto, el luminoso, apartándose del sombrío y maligno, mediante la oración y las prácticas ascéticas. En otro orden de cosas, dando un considerable salto en el tiempo, también se basa en una concepción dualista de enfrentamiento de dos elementos irreductibles la dialéctica amigo-enemigo, que el pensador pronazi Carl Schmitt propuso como base de la dinámica política. El objetivo de la vida pública no sería el equilibrio o el entendimiento, sino la liquidación y la derrota total del oponente.
Desde esta perspectiva, podemos clasificar las democracias como de consenso o de confrontación. Las primeras huirían de las dicotomías inflexibles y excluyentes y se centrarían en la búsqueda de espacios de mutuo reconocimiento y de acuerdos constructivos mientras las segundas pondrían el acento en el descabalgamiento del adversario y su completa eliminación. Cuando yo llegué al Parlamento Europeo en 1999 mi experiencia previa de once años en el Parlamento de Cataluña me había entrenado para el combate directo con un gobierno totalitario y supremacista, el encabezado por el nacionalista Jordi Pujol, que pugnaba por imponer mediante la........© Vozpópuli
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