Una Hispanidad divida ante la conquista espacial
La desintegración americana del Imperio español en el siglo XIX supuso la fragmentación de su territorio en una veintena de pequeños y medianos Estados, ruptura de la que todavía hoy nos dolemos. Y no por cuestiones sentimentales —que puede haberlas—, sino por la dominación que desde entonces han sufrido las naciones hispanas, debilitadas por su propia división. Las Malvinas, la creación de Panamá o la conquista estadounidense del 55% del territorio mexicano en 1848 son ejemplos de su cara más visible, pero no es la única ni la más profunda.
La subordinación, que continúa hoy —quizás atenuada en apariencia por la mentalidad del turista que se piensa cosmopolita, y que tan útil resulta a los intereses de las potencias dominantes—, puede verse en la dependencia de nuestras economías, de nuestros planes de estudio y vida académica, de la forma de vernos a nosotros mismos en el mundo, e........
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